La historiadora y curadora de arte Carolina Barrero denunció que el régimen cubano ha recrudecido el cerco policial sobre ella y que lleva más de “120 días de prisión domiciliaria”.
“Por más de 120 días, en lo que va de año, han mantenido un cerco ilegal que me mantiene prisionera en casa y que interviene sobre cada uno de los aspectos de mi vida: los amigos, la familia, la soledad, la comunicación”, escribió Barrero en su perfil de la red social Facebook.
Según la activista del grupo contestatario 27N, “desde hace una semana el cerco policial que me mantiene presa en casa se ha recrudecido (…) ahora para subir a mi casa hay que enseñar el carnet [de identidad] en la puerta. Los agentes le hacen una foto, consultan y esperan la orden de 'se aprueba' o no”.
Barrero dijo que “a los que permiten entrar se les castiga con cortes de Internet y de telefonía móvil. Así ha sucedido con Alfredo Martínez, Carolina Sansón y Leo Fernández Otaño, quienes, a pesar de todo, han mantenido su solidaridad”.
Añadió que la Seguridad del Estado insiste en aislarla “como si fuera una criminal extremadamente peligrosa”.
La historiadora de arte mencionó que, tras las masivas protestas antigubernamentales del 11 de julio, no volvió a tener disponible en su teléfono el servicio de datos móviles que provee, exclusivamente, el monopolio estatal Etecsa.
“Mi laptop personal desapareció en circunstancias muy extrañas sin que la policía y los servicios de inteligencia tengan nada que aportar para resolver esa desaparición a pesar de permanecer vigilando mi casa día y noche”, expresó.
“Parece que los delitos verdaderos no interesan, persiguen al librepensador no al ladrón. Prefieren ir contra la ley y pasar de policía a malhechor con tal de someter la libertad de expresión y manifestación; crimen mayor contra el que disculpan sus diligencias”, denunció Barrero.
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La activista afirmó que “no hay nada que justifique los 120 días de prisión domiciliaria que entre abril mayo, y ahora desde junio, he cumplido en lo que va de año. Tampoco los secuestros, los registros sin orden judicial, las desapariciones de objetos personales, los cortes de internet, los múltiples interrogatorios, amenazas, golpes y falsas acusaciones”.
Barrero se pronunció a favor de “un estado de derecho y justicia social que reconozca la pluralidad de la sociedad”. También pidió “juicios justos para los presos, con acceso a una defensa en la que se puedan presentar pruebas, testigos, argumentaciones, con un jurado y un juez imparcial que no responda a la ideología de ningún partido sino al imperativo sin ideología de la Justicia”.
La joven intelectual aseguró que “las amenazas de pasar más tiempo en prisión, sea en la prisión de mi casa o tras las rejas, no van a dar con mi silencio. El derecho a la libre movilidad (artículo 52 de la Constitución), los datos móviles, las pertenencias incautadas y las desaparecidas, no son moneda de cambio de nada, son mi derecho y mi propiedad, y es la Seguridad del Estado y sus agentes, quienes vulneran varios artículos del código penal al retenerlas”.
Carolina Barrero publicó, para apoyar la denuncia que realizó en su post de Facebook, fotografías de la esquina de su domicilio donde se observa “un cambio de patrulla reciente y la permanencia de un vigilante en su silla”.