El compositor cubano Rafael de la Torre, fundador de la Nueva Trova, falleció este 29 de abril en Argentina, víctima de la COVID-19, informan hoy medios oficiales cubanos.
El presidente de la Unión de Cubanos Residentes en Argentina (URCA), Toni Más, comunicó la noticia a las autoridades cubanas, envió su pésame a la familia del músico y destacó sus méritos artísticos.
Residente en esa nación austral desde 1993, De la Torre era muy querido dentro de la comunidad artística argentina y también por sus compatriotas cubanos residentes en Buenos Aires, que lo despiden con gran tristeza.
Miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y de la Asociación Argentina de Intérpretes, durante su trayectoria recorrió más de 40 países con su música antes de radicarse en Argentina, y fue galardonado con el Premio Nacional de Música 1984.
Compositor, cantante, guitarrista y comediante, De la Torre inició sus estudios musicales en 1960, a los 9 años, con el profesor Carmelo Álvarez y luego en Conservatorio del profesor González Aullé donde cursó hasta 5to año de violín, Solfeo y Teoría.
En años posteriores fue alumno de Juan Elosegui y Luis Carbonell, con los cuales estudió solfeo e interpretación del repertorio.
Entre los años 60 y 70, De la Torre estuvo comprometido con la política cultural del gobierno cubano, una cualidad afín a todos los representantes del movimiento de la Nueva Trova. Visitó países del extinto campo socialista y Angola.
Con aproximadamente 200 canciones, algunas grabadas por diferentes agrupaciones musicales cubanas, recibió el premio nacional de Música 1984 y fue incluido en 1999 en la Antología de la Música Cubana, distribuido por Pony Music (México).
Grabó su primer disco como solista en Argentina el año 1998, con temas propios y de otros autores cubanos (Matamoros, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Augusto Blanca y Noel Nicola, entre otros). Y otro en el 2002 con Ibrahim Ferrer Jr. y la Agrupación Clave Cubana.
De la Torre vivía en Argentina desde 1993 y era profundamente querido por sus coterráneos, debido a su sentido del humor, humanidad y generosidad, comentan las personas que lo conocieron.