Censuraron en Cuba al creador de Elpidio Valdés, confesó su hijo Ian Padrón

El cineasta Ian Padrón, hijo del creador de Elpidio Valdés dejó algunas confesiones sobre su padre y la censura del régimen contra él
Juan Padrón
 

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El cineasta Ian Padrón, hijo del creador del famoso animado cubano Elpidio Valdés, Juan Padrón, dejó algunas confesiones sobre su padre y la censura del régimen en redes sociales.

Según Padrón, a raíz de la censura de su documental en Cuba, “Fuera de Liga”,  y de varios actos de violencia y difamación verbal en su contra por parte de funcionarios culturales en aquella época, su padre, el creador de Elpidio Valdés, le dejó una confesión que le cambió la vida, el hecho de que él también había sido censurado por el Castrismo.

Mi padre Juan Padrón me pidió que no me dejara paralizar ante estos lamentables hechos (la censura de su documental). Fue entonces que por primera vez conversamos sobre algo que para mí fue muy revelador: Él también fue censurado y subvalorado en algún momento, al igual que otros grandes que admiraba como Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Pastor Vega o Pedro Luis Ferrer. Y concluyó emocionado: ´La única victoria real que tuve ante la incomprensión fue seguir creando. Confía en el público cubano y en el tiempo; son ellos los que siempre tendrán la última palabra”.

Padrón aclaró que siguió investigando sobre las censuras a esas personalidades de la cultura cubana y averiguó que “personas como Haydeé Santamaría promovieron espacios desde LA CASA DE LAS AMERICAS a favor de esos “incomprendidos”. Ante ese ejemplo otras instituciones se arriesgaron a darles espacio a esos artistas que eran tildados de “inadaptados” o “que le hacían el juego al enemigo".

“Por eso existen hoy los VAMPIROS EN LA HABANA, EL UNICORNIO AZUL, OJALÁ, YOLANDA, ELPIDIO VALDES, EL BREVE ESPACIO QUE NO ESTAS, RETRATO DE TERESA, 100% CUBANO y LA VAQUITA PIJIRIGUA entre muchos ejemplos similares. Referencias imprescindibles en la cultura nacional, fruto de esos mismos artistas antes etiquetados como "conflictivos”, añadió el creador.

Luego de estas confesiones sobre las trabas que sufrieron por el régimen a creadores cubanos que ahora son de renombre, Padrón volvió a reflexionar sobre los acontecimientos del pasado 27 de enero en las afueras del Ministerio de Cultura y las actitudes violentas de sus propios funcionarios.

“Hoy vi en una foto, que entre los jóvenes que este 27 de enero fueron tildados de “vendepatrias y mercenarios”; estaba el hermano de una amiga. Ella en aquel 2003 también me gritó públicamente “insolente” (o algún calificativo similar), justo después de nuestra presencia en la ya mencionada conferencia de prensa en el ICAIC. Luego se disculpó, me explicó que fue un mal momento personal y la respeté aún más por rectificar y hacer justicia, dentro de la institución que ella misma representaba entonces. Dialogamos y lo superamos”, agregó al respecto.

“Pido a los artistas cubanos que por favor profundicen en todo lo que ha pasado y a las instituciones culturales que “no boten el sofá”. Traten de conocer a estas personas que allí estuvieron, no le den la espalda.  El resto del mundo está lleno de “jóvenes” cubanos que no encontraron espacio en la sociedad cubana y tuvieron que buscar otros horizontes. La gran mayoría también somos honestos y amaremos a nuestra patria hasta el final de nuestros días”, siguió diciendo.

“Mucho se ha promovido que el MINCULT quería dialogar y los “mercenarios querían un show”. Mi abuela gallega siempre me decía que “cuando uno no quiere, dos no discuten”. Si yo fuera la institución, hubiese llegado con sillas, botellas de agua fría y en plena calle, hubiese iniciado el diálogo delante de todos los teléfonos. Díganme si no hubiese sido un ganar-ganar para ambas partes”, agregó el hijo de Juan Padrón desde el exterior del país.

“Si de un lado se sentían amenazados por la presencia policial y por el otro, la institución se siente amenazada por los teléfonos filmando; es señal inequívoca que no estaban dadas las condiciones para un dialogo real. Creo que en eso ambas partes tienen responsabilidad de hacerlo mejor. El día que se produzca ese necesario diálogo y se quiera demostrar confianza mutua; deberá ser a puertas abiertas, con cámaras y medios estatales, foráneos o independientes; sin secretismos ni desconfianzas en el prójimo”, añadió.

“Como ciudadano y artista, defiendo el derecho a la soberanía nacional y deseo que la impostergable actualización de la sociedad cubana sea protagonizada “por todos y para el bien de todos” los cubanos del mundo”, continuó Padrón.

“La actual Constitución de La República de Cuba debería ser la única respuesta cuando dice en su artículo 42: Todas las personas son iguales ante la ley, reciben la misma protección y trato de las autoridades y gozan de los mismos derechos, libertades y oportunidades, sin ninguna discriminación por razones de sexo, género, orientación sexual, identidad de género, edad, origen étnico, color de la piel, creencia religiosa, discapacidad, origen nacional o territorial, o cualquier otra condición o circunstancia personal que implique distinción lesiva a la dignidad humana. Todas tienen derecho a disfrutar de los mismos espacios públicos y establecimientos de servicios”, concluyó el cineasta radicado en Estados Unidos.

 

 

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