Para nadie es un secreto que la década de los ´90 fueron años de crisis económica, política y social. En medio de toda esta tormenta política nació y se estableció con una fuerza increíble "Habana Abierta"; un grupo de culto en la escena underground de la isla y su diáspora; un cóctel explosivo donde se mezclan sonoridades diversas y letras ingeniosas cuestionadoras de la sociedad y la política de aquellos tiempos.
A pesar de la ausencia en los escenarios cubanos y sus espaciadas reuniones, el grupo continúa activo, componiendo y con ganas de actuar en Cuba a pesar de las polémicas que ello suscita.
El conjunto se estrenó en la isla, este julio pasado durante el Festival de Cine de Gibara, luego de 7 años de separación. Allí rememoraron gran parte de su discografía. Posteriormente ofrecieron un multitudinario concierto en el centro cultural El Sauce de la capital, como antesala a la gira que tienen prevista por Latinoamérica. Así lo hizo saber Luis Barbería, uno de sus vocalistas, quien junto a Vanito Brown, Alejandro Gutiérrez, José Luis Medina y Kelvis Ochoa integran la actual alineación de la banda, radicada hace 20 años en España.
"Somos un grupo inusual -comenta- integrado por varios compositores que tienen carreras en paralelo. Al principio solo teníamos una guitarra y las ganas de hacer canciones que soportara cualquier tipo de situación. A mi regreso me encuentro con un país que no reconozco. Cuando me fui en la década de los ´90, Cuba era una potencia mundial de la música y a mi regreso me encuentro con una isla en gran parte sin identidad: jóvenes que hacen música y no saben quien es Benny Moré o Manuel Corona. Muchos se dedican a hacer productos momentáneos y temporales, y yo creo que la música debe ser atemporal" -acota-
A pesar de la nula promoción oficial, hoy "Habana Abierta" es una de las más reconocidas entre la población de la isla por sus composiciones y su pegadizo ritmo que mezcla son con guaguancó, rap, hip hop, resultando de ello toda una amalgama musical que gusta a todo el que lo escucha.
"Muchas personas piensan que la música cubana es salsa y son, pero aquí se funden tantos estilos que resultan en géneros como el rockason. - dice Barbería- La música no tiene frontera y no es nociva. La cultura no puede estar regida por cosas políticas ni por gente que detrás de un buró decida quién entra aquí o allá, porque la música por si sola se cuela en todos lados".