Un artículo del periodista Oni Acosta Llerena, publicado en la sección de Cultura del oficialista diario Granma, ha respondido a las quejas del músico cubano Carlos Varela, que hace unos días escribió un mensaje en sus redes sociales anunciando a sus seguidores que sus cinco conciertos previstos en varias ciudades del país quedaban pospuestos para el año próximo.
"En septiembre anuncié con ilusión cinco fechas de conciertos en Cuba. Hace unos días me dijeron que en estos momentos el país no está en condiciones de hacer esta gira y que por tanto se tiene que posponer para el próximo año. No es mi culpa que no se hagan estos shows en las fechas anunciadas. Me hacía mucha ilusión reencontrarme de nuevo con mi público en Cuba" escribió el artista.
"Hace 35 años que escribo canciones, componerlas y grabarlas lo decido yo. Hacer una gira por varias ciudades del país, no lo decido yo; eso lleva un proceso de permisos y coordinaciones que no están en mis manos. Lo siento mucho, este cambio de fechas no ha sido en ningún momento una decisión mía" -añadió Varela.
Se trata, dice Llerena, de "las mismas causas que han llevado a postergar no pocos conciertos de otros artistas por el país, motivadas en todo momento por la complicada situación económica en Cuba a partir del mes de septiembre", que se queja del "eco de valoraciones en las que se han usado términos bien dañinos y peligrosos", que acusa a los seguidores de Varela de priorizar "tesis de tipo conspirativo".
"Quienes muchas veces escriben y ven fantasmas –y no en las noches de quietud– de censuras apocalípticas absurdas, debían estar más empapados del engranaje musical del país y de la repercusión de las medidas de austeridad que han tenido un impacto directo en estos temas", agrega el periodista.
"No creo que exista cruzada alguna contra Carlos ni sea el deseo de ninguna institución de la música", precisa, "simplemente hay un escenario bastante adverso que parece que solo vemos y sufrimos algunos.
"Es por ello que atizar el fuego en cuestiones de opinadores digitales en música se traduce en un peligroso ejercicio, no por lo polémico del asunto, sino por la propia credibilidad que, en lo personal, debían tener aquellos que actúan como francotiradores sin ley. Y aunque también es cierto que esta situación se ha ido revirtiendo, y que el MINCULT trabaja porque nuestros músicos retomen los espacios perdidos temporalmente, ello no significa un repunte vertical inmediato", concluye Acosta Llerena.
