Google recuerda a Maria Teresa Vera en su 125 aniversario

El 'doodle' de la compañía está dedicado hoy a la popular cantautora cubana, que grabó cerca de 200 canciones de diferentes estilos durante sus 50 años de carrera
 

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El 'doodle' de Google recuerda hoy el 125 cumpleaños de la popular cantautora María Teresa Vera, figura legendaria de la música cubana.

Vera, nieta de esclavos e hija expósita de un militar español al que no llegó a conocer, nació en la localidad cubana de Yaguajay el de 6 de febrero de 1895. Empezó su carrera musical con sólo 16 años, y a prendió a tocar la guitarra por consejo del trovador Manuel Corona. Desde ese momento comenzó una carrera musical que la llevó a formar numerosos dúos y sextetos, a viajar a Estados Unidos y, sobre todo, a popularizar los sones de la música cubana en sus diferentes estilos, destacando en uno, la trova, con el que se convirtió en una voz imprescindible de la historia de la isla.

Inició su carrera artística en la adolescencia, en un dúo con Rafael Zequeira, presentándose por primera vez en el teatro Politeama Grande de La Habana. Fue el 18 de mayo de 1911 e interpretó la canción ‘Mercedes’ acompañada por su autor. Fue tal el éxito y los aplausos que tuvo que repetirla seis veces. Desde entonces comprendió que ese era el camino a seguir.

En 1918 viajó a Nueva York para actuar en el teatro Apolo junto a Rafael Zequeira, con quien formó un dúo de leyenda grabando sus primeros discos y popularizando de inmediato muchas de sus canciones, como 'A llorar a Papá Montero'. En esos primeros años viajó a Estados Unidos casi en una decena de ocasiones.

Su carrera musical dio un gran salto en 1922 al firmar un contrato por la casa discográfica RCA Victor. En esos años, hasta la muerte de Zequeira en 1924, María Teresa grabó 149 obras, primero con Zequeira y después con Corona.

Después de una etapa en la que actuó sola o acompañada esporádicamente por otro trovador, y después de varias uniones musicales, María Teresa terminó formando el famoso Sexteto Occidente. Estaba compuesto por músicos de brillantes carreras y supuso para ella una etapa de gran éxito dentro de la gran tradición cubana que había para los sextetos de son y de la demanda que existía de este tipo de agrupaciones musicales.

El grupo, a pesar del éxito, tuvo una corta carrera y realizó escasas grabaciones, sobre todo por la competencia de otro grupo de similares características, el Sexteto Habanero. Ambas formaciones desarrollaron la forma de tocar el son conocida como "a la habanera", y fueron los primeros en popularizar este tipo de música con características propias.

Dos circunstancias obligaron en ese momento a María Teresa a dar un giro a su carrera: la primera, el ciclón de 1926, uno de los más grandes y devastadores que ha sufrido la isla; y la segunda, que la religión que profesaba, la yoruba, le prohibía seguir con su carrera artística. La joven cantante y guitarrista aceptó esta segunda condición y vendió el sexteto, que pasó a denominarse Sexteto Nacional.

Diez años estuvo la ya famosa trovadora en silencio para el mundo. Decidió hacerse santo y dejó la música hasta 1936, dedicándose a sus barajas y lecturas de la religión afrocubana. Pasado ese tiempo obtuvo una dispensa de las autoridades religiosas y pudo continuar con su otra ‘religión’: la música.

Ese año reapareció de forma efímera en un programa de radio con un cuarteto compuesto por Justa García, Dominica Verges y Lorenzo Hierrezuelo. Con este último, a partir de ese momento formó un dúo que duró más de veinticinco años, y con el que María Teresa se reafirmó como la gran dama de la trova al revolucionar todo el movimiento musical habanero.

María Teresa y Lorenzo se identificaron tanto profesionalmente que casi no ensayaban. Con él realizó en 1947 una gira por México. Dos años después, en 1959, fue contratada por la emisora de radio CMZ, del Ministerio de Educación, y durante un largo periodo participó en diversas emisoras habaneras programas de divulgación del cancionero cubano.

Sin embargo, no todo fue esplendor y éxito. En lo profesional Vera también sufrió el momento del chachachá, del mambo y de los discos de larga duración y en lo personal hasta tuvo que ir a declarar a los tribunales por falta de recursos para pagar su alquiler. En medio de esta situación de embargo creó en el año 1957 otras grandes obras: ‘Sufrir y esperar’, ‘Ya no te quiero’ y ‘Te digo adiós’.

A lo largo de su vida artística, que se extendió por medio siglo, María Teresa Vera no compuso muchas canciones, y entre las que cantó destacan ‘Por qué me siento triste’, ‘No me sabes querer’, ‘Yo quiero que tú sepas’, y la conocidísima y siempre vigente ‘Veinte años’, considerada una de las más bellas canciones cubanas de todos los tiempos.

Los textos de sus canciones se los hacían amistades que escribían poesía, ya que era amiga de renombrados poetas aunque nunca cantó canciones que no fueran los tradicionales, para no quebrar su línea estilística.

Sus últimas presentaciones en público tuvieron lugar en 1961 y desde ese momento, enferma, se retiró de la actividad musical. Falleció el 17 de diciembre de 1965 en La Habana, a los 70 años de edad.

A pesar del tiempo transcurrido, Cuba la tendrá siempre entre sus figuras emblemáticas. El movimiento de la llamada Nueva Trova la reivindicó como su gran matrona, y tanto Pablo Milanés como Silvio Rodríguez han reconocido sus deudas con la cantante y compositora.

En 1995, con motivo del centenario de su nacimiento, se editó un disco homenaje de título ‘A María Teresa Vera’, en el que intérpretes como Omara Portuondo, Martirio, Pablo Guerrero, Gema y Pável, Jacqueline Castellanos y Argelia Fragoso interpretaron algunas de sus canciones.

 

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