En Santiago de Cuba el régimen convocó a una masiva movilización para la recogida de café puesto que el grano se acerca a su pico de maduración, sin embargo quienes lo recogen no podrán disfrutarlo porque será exportado.
Varios habitantes del municipio santiaguero Tercer Frente acudieron el pasado día 10 de noviembre a recoger café arábigo y de la variedad robusta ante el llamado de las autoridades.
La emisora estatal CMKC Radio Revolución de esa provincia del oriente cubano destacó que los principales dirigentes puestos por el régimen allí encabezaron la actividad.
En toda Cuba el café ha desaparecido de las tiendas; su comercialización es esporádica y genera grandes colas y trifulcas. Aunque en el Tercer Frente se recolectaron en dos horas unas 80 latas de café robusta que se adicionan al plan de 17 mil latas que tiene la Cooperativa de Créditos y Servicios “Julio Antonio Mella” en esa zona.
En octubre pasado el oficialismo reconoció que en Santiago de Cuba la campaña cafetalera iba por buen camino; pero solo para exportar. Las intensas lluvias y el calor se alinearon para adelantar la maduración del café. Se estima que solo de la variedad robusta se acopien más de 495 toneladas en el Tercer Frente.
Asimismo, la actual cosecha cafetalera en Santiago de Cuba, con un estimado de más de 3 500 toneladas, "lo que implica un crecimiento cuantitativo y cualitativo de este rubro exportable", señala lo distante que están los intereses del régimen respecto a las necesidades del pueblo.
Aunque los planes de producción de café se cumplan y el estado movilice a las “masas” el café seguirá ausente de las casas porque la dictadura se empeña en culpar a la pandemia de cualquier escasez y el café integra esa lista.
El actual director de la Empresa Cuba-Café, Antonio Alemán Blanco aseveró que durante el aislamiento los cubanos aumentaron el consumo de café y eso disparó la demanda. Una demanda insatisfecha porque el gobierno envía el café cubano al exterior.
La isla caribeña está lejos de acercarse a su récord productivo de café que fue en 1961 con unas 61 mil toneladas. Actualmente solo se producen entre 8 mil y 9 mil toneladas anuales, lo cual no satisface la demanda interna que se sitúa sobre las 24 mil toneladas.
Haciendo caso omiso de los números, el régimen se dedica a llenar sus arcas casi vacías mientras solo le deja de aliciente al pueblo: ron y cigarro. El café habrá que emigrar si quieren tomarlo.