Cuban Prisoners Defenders desmiente acusaciones

El grupo independiente niega que su presidente, Javier Larrondo, esté involucrado en denunciar al Gobierno de Brasil por la esclavitud en las misiones médicas en época de los gobiernos de Dilma Rouseff y Michel Temer
Médicos cubanos a su regreso de Brasil
 

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Cuban Prisoners Defenders, grupo independiente de análisis, estudio y acción jurídica, desmintió las recientes acusaciones del régimen cubano, según las cuales el presidente del grupo, Javier Larrondo, estaría involucrado en denunciar al Gobierno de Brasil por la esclavitud en las misiones médicas en época de los gobiernos de Dilma Rouseff y Michel Temer.

De acuerdo con la entidad, el Gobierno de Cuba ha querido filtrar esa información falsa “para intentar atacar a Prisoners Defenders y sus posibles relaciones internacionales”. “El objetivo no es otro que generar confusión y tratar de detener las acciones de Prisoners Defenders, a costa incluso de difundir sinsentidos”, precisa el grupo en un documento detallado, que da cuenta de todo el historial de acciones que ha desplegado para denunciar ante la comunidad internacional las condiciones de esclavitud bajo las que se desarrollas las misiones médicas cubanas.

“Desacreditamos de forma completa y tajante tales falsedades, difundidas de forma interesada por el G2, el servicio de inteligencia Cuba. Nada más lejos de la intención o acciones de Prisoners Defenders”, agrega el documento, que además subraya que “no es ni la primera ni la última vez que el régimen hará movimientos de desinformación cuando no pueden defender una violación flagrante de derechos humanos en la sede de Naciones Unidas y en otros foros”.

Para Prisoners Defenders, el Gobierno de Brasil actual ha actuado valientemente al hacer frente al problema de los médicos cubanos, un “problema heredado” de los gobiernos del Partido de los Trabajadores.

“Ha dado acogida a los médicos cubanos y ahora ha restaurado su derecho a reinserción en el Programa de médicos en Brasil, acción que agradecen los cubanos afectados y, por ende, Prisoners Defenders”, aclara el grupo, que se desmarca de pretender que el actual gobierno brasileño “pague un costo político por un error que han heredado y que han enmendado con valentía, respeto y no exento de generosidad”.

De acuerdo con la entidad, actúa para “lograr el cese de las violaciones de derechos humanos”. No tiene intención de que violaciones de derechos humanos que han cesado y se han conseguido corregir ocupen ni un solo instante de su agenda, “centrada en un inmenso trabajo por las violaciones que hoy día aún siguen aconteciendo”.

“Advertimos que cualquier difusión de desinformaciones semejantes entre organizaciones cualesquiera podría ser susceptible de requerir acciones legales en nuestra defensa, así como acciones diplomáticas, y que en caso de ser necesario llevaremos a cabo ambas con toda la fuerza que merezcan”, concluye el documento del grupo, que echa por tierra las acusaciones de La Habana.

Prisoners Defenders, según reza en su web, cuenta con la colaboración de todos los grupos disidentes de Cuba y los familiares de los presos políticos para recabar información y promocionar la libertad de todos los presos políticos y los derechos humanos en Cuba.

De sus recientes precisiones se desprende que si hubiera que denunciar a alguien por el tema de las misiones médicas, tal cual ha hecho hasta ahora, sería al régimen cubano y no a los gobiernos de los países necesitados de personal de salud, que, en definitiva, para tener el apoyo médico de la isla precisan de aceptar las inhumanas condiciones que el gobierno de la misma impone a sus galenos.

 

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