Durante la noche del 12 de julio, segundo día de protestas consecutivas en Cuba, las fuerzas represivas continuaron atacando a civiles desarmados, incluso dentro de sus propios barrios y viviendas.
Un video publicado por Somos Miami TV muestra la llegada de unas cinco patrullas policiales y un camión al municipio El Cerro, de La Habana, para reprimir a las personas.
Las imágenes evidencian cómo los policías uniformados agreden con piedras a manifestantes de esa localidad y estos se defienden como pueden al grito de "Abajo la dictadura".
Además, los represores no solo se quedan en las calles del barrio, sino que ingresan a las casas.
Varios usuarios en redes sociales han alertado de este modus operandi del régimen de La Habana, ingresando a viviendas en la noche, como una forma de aprovechar la oscuridad para reprimir.
"La Seguridad del Estado se está llevando a los manifestantes de sus casas. Los identifican por los videos", aseguró en Facebook la artista cubana Celia González.
Asimismo, varios miembros de la sociedad civil independiente, como la profesora Omara Ruiz Urquiola, denuncia que 'están matando', aunque hasta el momento no se haya podido verificar estas informaciones.
La ONG Cubalex, que da asesoría legal a defensores de derechos humanos, alertó a las personas disidentes y opositoras en la isla, que estén atentas, porque pueden entrar a recogerlos en la madrugada aprovechando la oscuridad de la noche y los apagones.
"Hemos recibido muchos mensajes de que este será el modus operandi de la Seguridad del Estado y las Tropas Especiales", explicaron.
También la organización publicó un listado de más de 140 detenidos y desaparecidos durante las protestas que comenzaron en la Isla este 11 de julio.
"Escríbenos si conoces datos de personas desaparecidas o apresadas. Cubalex se moviliza para ayudar a los detenidos en la redacción de Habeas Corpus", agregan en su Twitter oficial.
Trascendió que este lunes, decenas de familiares de los detenidos en las protestas contra el régimen iniciadas este domingo, se encuentran plantados en la estación policial de Zanja, La Habana, para saber sus paraderos.