Autorizan desalojo de cubanos en una finca de Uruguay

Cuando llegaron entre septiembre y octubre, un hombre y su esposa les prometieron alquilarlos en la finca. En noviembre, la pareja desapareció. La policía comunicó que ambos estaban acusados de usurpar la finca.
Tatiana es una de las migrantes que ahora será desalojada
 

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Inmigrantes cubanos en Uruguay serán desalojados de su domicilio temporal, luego de sufrir lo que parece ser un caso de estafa a manos de oportunistas, según detallaron hoy medios locales.

A mediados de diciembre llegó la policía a sacarlos de una finca en el centro de Montevideo, capital de la República Oriental, luego de que la Fiscalía diera la orden por ocupación ilegal del inmueble. Por mediación de la ONG Los hijos de la calle, abogados de la Universidad de la República lograron una prórroga hasta el 13 de enero, pero los 23 cubanos, entre ellos niños y embarazadas, tendrán que salir entonces.

Cuando llegaron entre septiembre y octubre, un hombre y su esposa les prometieron alquilarlos allí. Les mostró unos documentos a su nombre de la Intendencia de Montevideo, donde aclaraba que estaba refaccionando la vivienda para finalmente apropiársela. También les aseguró que en enero estaría todo tramitado y que entonces le daría el comprobante.

En noviembre, la pareja desapareció. Al acercarse a la sección de policía, los agentes comunicaron a los cubanos que el hombre y la mujer estaban acusados de usurpar la finca. Acto seguido dijeron que el desalojo de la propiedad era inminente, pues las autoridades habían logrado identificar a los verdaderos dueños que, por supuesto, no sabían nada del asunto.

El propietario del inmueble planteó que quiere realojar a su familia en la finca. Asimismo, su abogada aseguró que quienes actualmente la habitan están cometiendo el delito de usurpación, ya que la finca no estaría ni a la venta ni en alquiler y que, sumado a varios plazos, el desalojo ya había sido anunciado por la Fiscalía.

Según Tatiana Machado, costurera de profesión y una de las cubanas, la petición de prórroga tiene como propósito hacer tiempo para buscar dónde vivir. “Queremos desalojarla (la finca) porque no es nuestra, no nos pertenece, lo único que estábamos pidiendo es un poquito de tiempo para ver a dónde nos vamos, para no pasar estas fechas que vienen en la calle”.

 

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