El paso de migrantes cubanos y de otras nacionalidades por Panamá ha aumentado debido a que ese país se encuentra ya en estación seca, es decir, no llueve.
Según declaró la directora del Servicio Nacional de Migración, Samira Gozaine a Radio Panamá, hay alrededor de 800 extranjeros en los albergues, provenientes mayormente de Haití, Cuba, Camerún e Iraq.
Aunque Gozaine expresó que el gobierno está buscando mecanismos para mejorar las condiciones de la estancia, niega que se esté construyendo un nuevo centro de atención en Darién.
Este medio agrega que en 2019, unas 20 mil personas lograron cruzar el Istmo panameño de forma irregular.
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Según el informe del Servicio Nacional de Migración (SNM), figuran cubanos entre los 888 extranjeros que deportó Panamá el año anterior.
De acuerdo con reportes de La Estrella, los operativos para llevar a cabo esta medida no han sido difundidos en busca de garantizar efectividad.
Las nacionalidades de los deportados son: Cuba, Venezuela, Colombia, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Nicaragua, Perú y Argentina.
Hasta mayo del año anterior, las autoridades panameñas habían detenido a 178 migrantes cubanos por su permanencia de manera irregular y otras razones jurídicas.
Panamá ha sido en los últimos años uno de los destinos favoritos de muchos migrantes de la región, principalmente venezolanos, colombianos y centroamericanos.
El arribo masivo de cubanos entre finales de 2015 e inicios de 2016 generó una crisis humanitaria en Panamá y Costa Rica, que se consideró como una consecuencia del deshielo de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos y el fin de los beneficios migratorios para los isleños en el país norteamericano.
