En los tempranos 60, Argelio Santiesteban (Banes, 1945) terminó la escuela de Cuadros del Ministerio de Educación (MINED) con notas sobresalientes y fundó la Brigada Hermanos Saíz, entre muchas tareas y encargos entusiastas.
Fue por algunos momentos la nueva estrella revolucionaria del periodismo, que escribiría libros trascendentales sobre cultura nacional, haciendo énfasis en lo popular. Para comprobarlo basta con mirar las tres reediciones utilísimas de “El Habla Popular Cubana de Hoy” (1983).
Sin embargo, en la edición 1318 del Boletín Havana Insider, correspondiente al 18 de febrero, aparecen las siguientes meditaciones del maestro a propósito de “los medios desinformativos” con que hoy cuenta el país, los mismos que de algún modo él ayudó a formar:
“¿Una campaña de analfabetización?
Estimados cofrades: En 1961 los 100 mil brigadistas Conrado Benítez y otras fuerzas del país llevamos a cabo exitosamente la Campaña de Alfabetización, una tarea conmovedoramente patriótica. Pero todo parece indicar que en la actualidad avanza triunfalmente una Campaña de Analfabetización, antípoda de la anterior, pues desinforma y brutaliza a la gente, con el apoyo decidido de los medios de difusión.
A continuación, describo el más reciente capítulo de ese adefesio. Hoy, 15 de febrero, andan desgañitándose para dar a conocer que estamos celebrando “el aniversario 60 de la aviación civil cubana”. Ignoran que por 1912 y 1913 nuestros compatriotas Agustín Parlá y Domingo Rosillo andan retando a las alturas. Que en 1915 el piloto cubano Jaime González Grzocier vuela de Santiago a La Habana. Que ya en 1930 tenemos nuestra primera aviatriz, Berta Moraleda. Que en ese mismo año se inaugura el aeropuerto de Rancho Boyeros. Y un largo etcétera. Tal parece que el 15 de febrero de 1960, con la fundación de la Empresa Consolidada de Aviación, los cubanos nos enteramos de que los aviones existían. Pero prepárense, cofrades, pues esto no concluye aquí. Quién sabe cuál es el próximo esperpento que los analfabetizadores nos deparan”.
Resulta cuestionador -por quien fundó junto a Oscar Cuesta y Héctor Zumbado la revista “Sol y Son” de la Empresa Cubana de Aviación, aquel adelanto para vender el incipiente producto turístico— si consideramos “dignas” todas las retribuciones esperables en la suma correspondencia.
No serán de extrañar entonces nuevas aportaciones al fiasco generalizado.
Porque otra comentarista locuaz abunda en su pesar debajo:
“Eso mismo ocurre cuando se refieren a la FMC como la organización que ha garantizado todos los derechos de la mujer cubana, ignoran que para 1918 se logró el derecho al divorcio, que en 1923 se celebró en Cuba el primer congreso feminista de Iberoamérica, que para 1934 se obtuvo el derecho al voto, miles de mujeres sufragistas y feministas fueron invisibilizadas de esta forma, por suerte el documental de Marilyn Solaya las rescata para la memoria colectiva”.
Por su parte, el escritor Rodolfo Alpízar declaró en su muro:
“Amigos, en el último número (…) que edita Abelardo G. Mena aparece un texto (…) que merece la pena ser leído por todos (…), perdón a Mena y a Santiesteban por no pedirles permiso para reproducirlo aquí, pero verdaderamente es un crimen no multiplicar el número de sus lectores. Solo me queda agregar: ¡Ojalá fuera solo ese ejemplo! Son tantos, que veces me pregunto: ¿nada en Cuba tiene más de sesenta años?”
La mirada crítica --adjunto el vistobueno de Argelio--, se ha ido agudizando con el paso del tiempo. Resulta curioso que un reportaje longevo sobre un médico chino en la región central haya desaparecido sin explicaciones, y que su perfil resulte arduo de cargarse, aún en la web de la oficiosa UNEAC. Como demuestran estas capturas.
¿Censura o Coincidencia?
Anteriormente, el 7 de febrero, la internauta y homóloga proanimalista Elsie Carbó reprodujo esta conmovedora estampa suya:
“Señor@s... Cuento de relajo que ha publicado el ilustre amigo Argelio Santiesteban... y a llorar al parque:
Transcurría la Semana de la Creación. Y Jehová de los Ejércitos estaba diseñando al mundo. Dijo: -Frente a este mar, que llamarán Caribe o de las Antillas, pondré una isla, la cual será El Paraíso Terrenal. Clima benignamente cálido. Playas de ensueño. Tierra feraz. Yacimientos de níquel, hierro, cobre, manganeso. Una preciosa fauna, donde no habrá víboras que agredan al hombre. Y la poblaré con la gente más talentosa y simpática de La Creación. Entonces un arcángel, algo atrevido, se atrevió a enmendarle la plana a El Todopoderoso: -Señor, ¿no se estará usted excediendo en dones para esa tierra? A Jehová lo atacó una risa que le hizo apretarse con las manos el abdomen. Cuando se recuperó, dijo: - ¡Ya tú verás los gobernantes que les voy a mandar!”
Elsie fue periodista, de heroica y larga estancia en el Juventud Rebelde. Habrá que celebrar la permanencia a ultranza de tan contagiosa rebeldía en sus fueros.
Nada de qué alarmarse, si no fuera por el historial de incondicionalidad” que asiste a algunos de nuestros redactores de antaño, devenidos imprescindibles en cuanto a entereza castro-patriótico-militar.
Como para ponerse a cavilar en la decepción masiva que está ocurriendo ante nuestros asombrados ojos, irremediablemente.