Sobre las 3 y 35 de la madrugada de este miércoles ocurrió un lamentable hecho de sangre en la pista de baile que corona la entrada del pueblo de San Juan de los Remedios, en la provincia de Villa Clara. El suceso costó la vida a un ciudadano, en medio de una multitud enardecida por los altavoces y el abundante alcohol.
El joven, identificado como Jordi Cabrales García, vecino de la calle Marta Abreu en la ciudad Santa Clara y tendría cerca de 20 años de edad, según gritaba desesperada y sumida en llanto una mujer que lo acompañaba.
El agresor se dio a la fuga aprovechando la confusión creada y la oscuridad reinante. Asimismo, aprovechó la ausencia total de fuerzas del orden público en el lugar, que según contaron algunos, se encontraban realizando otras tareas que fueron priorizadas.
Justo cuando el Barrio de San Salvador hacía su entrada final de voladores y cada tablero era custodiado por guardias para evitar otro accidente con los explosivos— dos años atrás un accidente con fuegos artificiales dejó un saldo de decenas de heridos y graves daños infraestructurales—, un marea de gente que antes se divertía, cargó en hombros el cuerpo cuasi exánime del apuñalado.
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Esta mañana la ciudad amaneció, como cada Navidad, hundida en el detritus de los fuegos de artificio quemados la víspera, y con sus visitantes— que no están adaptados— muy ensordecidos tras las explosiones de la noche.
Las Parrandas de Remedios se celebran cada año en los días previos a Navidad.
De acuerdo con la historia oficial, en el siglo XIX un párroco del pueblo decidió animar a los feligreses a asistir a misa a través de los niños, que utilizaban palos, latas y cencerros para hacer ruido y anunciar la festividad. La tradición se fue extendiendo en el tiempo y cambiando de sentido hasta llegar a la celebración masiva que es hoy, en la que diferentes barrios luchan por ganar el título a la mejor Carroza y el mejor Trabajo de Plaza.
En el año 2013, las Parrandas de Remedios fueron declaradas Patrimonio Cultural de Cuba. Sin embargo, hechos de sangre como el ocurrido esta madrugada, o el accidente con fuegos artificiales que dejó una veintena de heridos en 2017.