José Gallén Guerra tiene 85 años y recoge diariamente su comida en uno de los comedores para ancianos habilitados por el régimen en La Habana. Para él los precios son elevados y por eso solo almuerza, además la comida es muy poca.
“Hace falta que bajen un poco los precios y den más comida porque dan muy poquito” dijo Gallén a periodistas del portal estatal Cubadebate.
Los nuevos precios que impuso el régimen para los comedores del Sistema de Atención a la Familia (SAF) oscilan entre 8 y 13 pesos por cada comida, son dos al día y ni con las nuevas pensiones los ancianos y desvalidos pueden costearlo.
“Yo solo almuerzo porque es demasiado caro. Me cuesta ocho pesos y pico”, explicó Gallén quien antes era impresor; pero desde hace tres años perdió a su única hija. Desde el 2002 asiste a un SAF ubicado en 20 de Mayo y Martha Abreu.
Las mayores preocupaciones de quienes se benefician con estos comedores es el incremento de los precios y la pésima calidad del servicio.
Una de las administradoras entrevistadas por Cubadebate refirió que el SAF que dirige casi no se llena desde inicios de año.
“Tenemos censados en nuestro centro a un total de 112 personas. Antes del ordenamiento venían a comer un máximo de 100 y ahora solo llegan hasta aquí el 50 o 60% de ellas. Algunos aducen que han dejado de venir mayormente por el problema del precio y un poco también por la calidad, algo que estamos manejando”, conto Beatriz Vázquez, administradora del SAF H. Upmann.
Las personas de bajos recursos que asisten a estos comedores son las más afectadas con las nuevas disposiciones de la dictadura. Desde 1996 los SAF complementan la alimentación, a precios subsidiados, de adultos mayores, discapacitados, embarazadas con riesgo y casos sociales delicados.
Incremento de precios y menos oportunidades para los pobres en Cuba
El aumento del costo de los alimentos en los comedores sociales ha provocado que varios comensales no accedan a ellos porque las pensiones no podrán cubrir este gasto de conjunto con otros como la canasta básica o los medicamentos que precisan estos enfermos.
En la primera semana de enero solo el 76 por ciento había ido a recoger la comida, siendo la provincia de Ciego de Ávila y el municipio especial Isla de la Juventud los de menor asistencia con un 49 por ciento. Mientras en Cienfuegos solo fueron a comer el 53 por ciento de los censados y en Las Tunas el 56 por ciento y en Santiago de Cuba solo el 57.
Según la ministra del Comercio Interior Betsy Díaz Velázquez, en el espacio oficialista Mesa Redonda, el aumento de las pensiones cubre este gasto, aunque la realidad demuestra lo contrario.
“Ese sistema tiene un menú que oscila entre 8 y 1 pesos sin subsidio. El incremento salarial de las pensiones y la asistencia social debe permitir el financiamiento del consumo de los censados.
Los beneficiados que ni puedan adquirir el menú por falta de solvencia económica, se asumen por la asistencia social”, indicó el espacio televisivo estatal.
Según datos oficiales ofrecidas existen 77 mil 661 personas que asisten a las 1445 unidades del Sistema de Atención a la familia en todo el país. Entre las estadísticas se sitúan unos 36 mil 298 jubilados, 6 mil 251 con discapacidad y 12 mil 773 por la asistencia social.
El CEO y fundador de Yucabyte, Norges Rodríguez expuso en un hilo de Twitter que este programa nunca ha cubierto las necesidades alimentarias de las personas de bajos recursos en Cuba:
“El sistema de atención a la Familia es un programa que intenta (no lo logra) palear el hambre de personas que están muy por debajo dela línea de pobreza en Cuba. Los precios de los platos en esos comedores subieron el 1ro de enero y muchos dejaron de ir…”, escribió.
Luego de esta noticia varios cubanos desplegaron una campaña en redes para que el gobierno bajara estos precios. Luego de ello el régimen aseguró que revisaría la abrupta subida del costo de esos sitios.