Los cubanos emigrados, que arriben a Cuba luego del 6 de febrero, deberán aislarse aunque ya estén vacunados contra el coronavirus. Así lo informó el periodista oficialista Cuscó Tarradell en su página de Facebook.
La aclaración precisa que “El estar vacunado contra la COVID-19 no le exime de pasar el período de aislamiento establecido al arribar al país como viajero”. Los exiliados deberán esperar el resultado del segundo PCR para salir del confinamiento.
“El tiempo de internamiento para el estudio epidemiológico lo condiciona el resultado del análisis del segundo PCR; o sea, que sea negativa la segunda muestra para PCR, que corresponde al quinto día del primer diagnóstico negativo”, resaltó Tarradel.
La compleja situación epidemiológica de Cuba ha llevado al régimen a tomar medidas para frenar la ola de contagios; por la presencia de un alto número de casos con fuente de infección en el extranjero.
A su llegada a Cuba los viajeros internacionales irán directamente a aislamiento.
Según el estatal Canal Caribe, en el caso de turistas, empresarios, técnicos y cooperantes extranjeros, así como el personal diplomático extranjero acreditado en Cuba, la prensa extranjera acreditada y las delegaciones oficiales oficiales que se aprueben recibir en el período, se aplicarán los Protocolos aprobados por el MINTUR, MINCEX y MINREX, respectivamente.
En el caso de los extranjeros y cubanos no residentes que arriben al país serán apartados en instalaciones hoteleras designadas en cada territorio, asumiendo los viajeros el costo de estancia y transportación.
Por su parte los colaboradores de la salud y del resto de los OACE se hospedarán en las capacidades creadas en La Habana y Matanzas. De igual manera tanto estudiantes como becarios extranjeros serán confinados en las instituciones designadas para este fin por el MINSAP y el MES.
El rebrote de COVID-19 obligó a retroceder de fase epidemiológica a varios territorios, entre ellos la capital, que, por sus características sociodemográficas, ha sido la provincia de mayor complejidad para el control de la enfermedad durante la mayor parte de los últimos 10 meses.
El Estado no ha establecido un cierre de fronteras definitivo, pero decretó la reducción del número de vuelos diarios y amenaza a los cubanos residentes en el exterior con cuantiosas multas y sanciones en caso de que incumplan con las medidas sanitarias durante su estancia en la isla.
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A principios de enero el régimen cubano restringió la llegada de vuelos desde EE.UU, México, Panamá, República Dominicana, Haití y Bahamas, y comenzó a exigir a los viajeros un PCR negativo para entrar al país.
El pasado 30 de enero se suspendieron vuelos con Haití y se adicionaron a la lista de restricciones Colombia y Jamaica. También se mantienen suspendidas las conexiones con Nicaragua, Guyana, Trinidad y Tobago y Surinam.