Este sábado 30 de abril, Paula Ramírez entregó al Ministro de Cultura de Cuba, Alpidio Alonso Grau, la carta abierta que publicara el colectivo de sobrevivientes/víctimas del trovador Fernando Bécquer la cual “reclama justicia para más de una veintena de mujeres abusadas y violentadas por el cantante durante más de 20 años en Cuba y distintos países de Latinoamérica”.
En el marco de la 46° Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, Ramírez se acercó al representante del régimen acompañada por María Santucho, coordinadora del Centro Pablo de la Torriente Brau.
Al comentar que fue una de las victimas del trovador, el rostro del ministro “cambió por completo”, ante lo cual dijo haber sentido “cómo se estremecía”.
“A su lado se encontraba Abel Prieto, Presidente de Casa de las Américas, quien también se estremeció” relata la integrante del colectivo de mujeres, que les extendió la carta a ambos representantes del sector de la cultura en Cuba y al embajador de Cuba en Argentina, Pedro Pablo Prada.
“Le dije que Fernando me había abusado en 2006 en Colombia. Que lo que él me hizo está tipificado como delito sexual en el código penal colombiano, pero que para juzgarlo había que extraditarlo” dijo.
Paula Ramírez dejó clara su intención de sumar su denuncia a las causas penales iniciadas en la isla, pero la justicia en Cuba no le ha dado las garantías para que pueda entregar su testimonio y pruebas “porque solamente hay un mail que no te responden el acuse de recibido”, pero que desde el mes de diciembre cuenta con el respaldo de “un equipo del Ministerio de la Mujer de Argentina”.
Por su parte, el ministro declaró que “el caso de Fernando Bécquer está en la justicia de Cuba, que si se llega a comprobar que es cierto va a caer todo el peso de la ley sobre él, y sus víctimas (o sobrevivientes) vamos a quedar conformes”.
Ante el reclamo de libertad e impunidad que goza el trovador, Alpidio Alonso Grau aseguró que “él sabe” que no puede subir al escenario, pero que puede seguir caminando libremente porque “él no tiene prisión domiciliaria y sale muy de vez en cuando y cada vez que sale se le viene toda arriba”.
Ramírez se mostró agradecida con el ministro de cultura por “haberme/habernos escuchado. Por haber recibido la carta” y dijo que sintió “un genuino interés y preocupación por todo lo sucedido. Le creo y confío en todo lo que me dijo”.
El grupo de sobrevivientes aseguró que continuará con “la denuncia de las distintas acciones de violencia que seguidores y defensores de Fernando Bécquer vienen realizando en redes sociales".
Además, reportaron que recientemente tres mujeres cubanas, respaldadas por la organización "Yo Sí Te Creo Cuba", denunciaron ante la Oficina de Seguridad de Redes Informáticas (OSRI) “el acoso recibido en mensajes privados de Facebook” ante lo cual solo recibieron la recomendación de bloquear y reportar los perfiles por los cuales eran hostigadas. “Cuando pedimos número bajo el que se había archivado la denuncia, no tuvimos respuesta" aclararon.
Las víctimas de Fernando Bécquer encontraron el respaldo de activistas, feministas y académicas en su denuncia contra el trovador y la impunidad de la que goza.
La carta abierta, divulgada por la escritora Elaine Vilar Madruga, en su perfil de Facebook, iniciaba con el reclamo: "¡Basta, Fernando Bécquer! ¡Estamos hartas de que nos sigas violentando!"
La denuncia está acompañada por 250 firmas que respaldan el pedido de justicia, tanto de ciudadanos como de organizaciones como YoSíTeCreo en Cuba, Eva Tropa, Plataforma cubana de apoyo y acompañamiento a personas en situación de violencia machista, Colectivo Ni Una Menos Argentina, el Proyecto Cultural Feminista Brujas y La Marea Noticias, que representan a colectivos de más de veinte países
Las mujeres se consideran sobrevivientes, unidas y hermanadas por el dolor. "Nos fuimos encontrando y reconociendo en los primeros valientes testimonios y en los que vinieron después. A nosotras nos han acompañado otras, hombro a hombro" expresan en su declaración conjunta.
El colectivo de mujeres reafirmó que su intención es que “toda defensa del abusador sea visibilizada y denunciada” en tanto “no haya un pronunciamiento firme de la justicia”.