"Nadie tiene derecho a manipular el cuerpo de Luis Manuel"

El internamiento de Luis Manuel Otero genera más dudas que certezas, debido a la poca información fiel que brinda el régimen cubano. El científico Ariel Ruiz aclara algunos puntos en este video.
Urquiola-Otero
 

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El científico y opositor Ariel Ruiz Urquiola advirtió este 3 de mayo las incoherencias de los partes médicos sobre la salud de Luis Manuel Otero, incomunicado en el hospital Calixto García tras una semana en huelga.

Según Urquiola, un huelguista va a terapia intensiva sólo cuando está a las puertas de la muerte, sin embargo, esta realidad entra en contradicción con la información brindada por las autoridades cubanas sobre Otero Alcántara, quien supuestamente podría caminar por sus propios medios.

Urquiola contó su propia experiencia como huelguista y dijo que él, en la cárcel, nunca recibió internamiento en terapia intensiva, lo que, a su juicio, significa que la policía política podría intentar manipular el cuerpo de Luis Manuel.

Agregó que, en huelga de hambre y sed, lo único que podrían hacer los médicos, bajo órdenes de la Seguridad del Estado, es suministrar sueros para evitar a la deshidratación del huelguista si se niega a ingerir líquidos por vía oral.

Orlando Zapata, el disidente cubano que murió tras 86 días en huelga de hambre en 2010, también recibió un tratamiento intravenoso similar en el hospital de Camagüey. A pesar de esto, no pudo evitar la muerte. Organizaciones opositoras todavía dudan hoy de que la atención médica haya sido la correcta.

Zapata fue el primer preso muerto durante una huelga de hambre desde la muerte en 1972 de Pedro Luis Boitel, por lo que el hecho alcanzó gran repercusión.​ Su nombre alcanzó gran relevancia y fue incluido en la lista de mártires de la disidencia cubana,​ e incluso la Comisión Europea condenó el suceso, pidiendo al gobierno cubano una mejora en la situación de los derechos humanos.  

En la madrugada del domingo fuerzas del régimen cubano irrumpieron en casa de Otero Alcántara y se lo llevaron, tras una semana en huelga de hambre y sed en protesta por el robo de sus obras de arte y el cerco policial.

Según la versión oficialista, el líder del Movimiento San Isidro (MSI) fue internado en el Hospital Calixto García de La Habana, aunque en la información transmitida por medios estatales no se esclarece cómo fue sacado de su residencia. Otero aún permanece incomunicado.  

Personalidades, organizaciones internacionales y gobiernos –entre ellos el de EE. UU.- se interesaron por la salud del artista y exigieron a La Habana atender sus demandas para salvar su vida y que depusiera la huelga.

Al respecto, líderes opositores cubanos emitieron una Carta Abierta dirigida al secretario general de Naciones Unidas para exigir al régimen cubano el fin de la represión contra activistas, artistas y periodistas independientes a favor de la democracia.

En la Carta, los activistas y defensores de los derechos humanos advierten sobre otros opositores que “murieron en instalaciones médicas encontrándose en huelga de hambre” o en “dudosas circunstancias” como Oswaldo Payá Sardiñas.

“Recordemos lo sucedido a Orlando Zapata Tamayo en 2010 y a Wilman Villar Mendoza en 2012” –recalcan-, quienes fallecieron en centros hospitalarios del régimen “después de sufrir tratos crueles e inhumanos y condiciones de insalubridad en cárceles de la Isla”. 

 

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