Donald Trump, presidente de Estados Unidos, sostuvo ayer que la enfermedad de la COVID-19 está bajo control en la Casa Blanca, luego de que en días pasados se confirmaran dos casos positivos entre el personal que labora en el Ala Oeste.
El mandatario estadounidense informó en rueda de prensa, según recoge Infobae: “Creo que está realmente bien contenido”. Ante interrogantes ligadas al fallo de los sistemas de vigilancia de la Casa Blanca y la exposición de todos sus trabajadores Trump indicó que el coronavirus es un enemigo oculto y todo puede suceder.
Trump, quien evidentemente defiende su liderazgo, dijo que “Tenemos mucha gente en la Casa Blanca (...) básicamente hemos tenido uno” indicando que solo ha habido un caso, pues no reconoce el positivo de uno de sus asistentes que pertenece a la Marina.
Señaló, además, que quienes entren al Despacho Oval son analizados previamente y él no se ha sentido vulnerable en ningún momento durante la pandemia. A partir de este lunes, para frenar la aparición de nuevos contagios, el presidente demandó el uso de mascarillas por parte del personal del Ala Oeste.
Cada día Mike Pence y Donald Trump se realizan la prueba para detectar el coronavirus. El presidente informó que el vicepresidente dio negativo, otra vez, este lunes.
Por otro lado, Infobae informó que el mandatario aprobó una financiación para exámenes diagnósticos de coronavirus valorada en 11.000 millones de dólares. Trump recalcó que es esta una gran inversión y que informó que el Gobierno, desde inicios de la pandemia, ayudaría los estados para la realización de estas pruebas.
El secretario asistente de Salud y Servicios Humanos, Brett Giroir detalló que los estados para recibir los fondos deben considerar las pruebas para comunidades de riesgo: “Deben tener planes para sus comunidades vulnerables, incluidas las residencias de ancianos, incluidos los que están discapacitados, incluidos los que están en las cárceles o que tienen entornos de trabajo que pueden tener más probabilidad de propagar la infección”.
A finales de la semana pasada dos casos de coronavirus fueron confirmados en la casa Blanca. Uno de ellos un asistente del presidente, quien dio positivo tras presentar unos pocos síntomas. La identidad del hombre aún se mantiene en secreto, pero CNN precisó que era un valet de la Marina, miembro de una unidad militar de élite que trabaja directamente con Trump.
El otro caso, informado el viernes 9 de mayo, es Katie Miller, portavoz de Pence y esposa del asesor responsable de la política migratoria de Trump, Stephen Miller. Este nuevo contagio marca el contagio en el círculo más cercano al presidente.
A raíz de la aparición de dos positivos en menos de 24 horas entre el personal del Ala Oeste, el doctor Anthony Fauci y otros dos miembros del equipo de respuesta al coronavirus de la Casa Blanca permanecen en cuarentena porque tuvieron contacto con una persona infectada.