Los trabajadores privados de Las Tunas comenzaron a reincorporarse a sus actividades paulatinamente, después que la Isla entrara en la primera fase de recuperación tras casi tres meses de confinamiento por la pandemia de COVID-19, informó el periódico estatal 26.
Según el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, citado por ese medio, más 300 trabajadores privados ya habrían regresado a sus actividades habituales. No obstante, el Gobierno impuso a los cuentapropistas normas sanitarias, que incluyen el distanciamiento físico y el uso del nasobuco.
Según la publicación, los vendedores de alimentos tendrán que seguir elaborando sus productos en sus propios hogares, mientras que los dueños de bares, restaurantes, cafeterías y equipos de recreación tendrán que respetar las disposiciones establecidas en cuanto al distanciamiento físico de los clientes y las limitaciones de un 30 y hasta un 50 por ciento del aforo de sus locales.
Por su parte, los trabajadores que se desempeñan en áreas concentradas (como parques y plazas) tendrán que seguir normas urbanas e higiénicas que garanticen la separación física entre consumidores y vendedores, una vez que los Consejos Municipales de la Administración den el visto bueno a sus actividades.
“Los cuentapropistas que reanudan no tienen que acudir a nuestras oficinas, solo deben llamar e informar. Pero antes de recomenzar deben informarlo, de lo contrario podrían ser multados”, declaró al periódico 26 Oleydis Saucedo Licea, directora provincial de Trabajo y Seguridad Social en Las Tunas.
Por ahora, no se permitirá el arrendamiento de locales a ciudadanos extranjeros ni podrán reabrir los gimnasios, precisó la funcionaria.
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Según el medio oficial, de los más de 25 000 trabajadores privados de Las Tunas, 9000 detuvieron sus actividades en marzo pasado, cuando entraron en vigor medidas de confinamiento y paralización de servicios, en aras de impedir la propagación de la pandemia de COVID-19.
Este domingo, el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) confirmó tres nuevos casos de coronavirus en La Habana, lo que eleva a 2312 los casos de COVID-19 diagnosticados en la Isla desde la detección de los primeros contagios por el SARS-CoV-2, el pasado 11 de marzo.
En los últimos 15 días solo La Habana y Matanzas han reportado casos de coronavirus, mientras que el resto de las provincias y el municipio Isla de la Juventud se han mantenido sin nuevos contagios durante las dos últimas semanas.
El régimen de La Habana confirmó el pasado 11 de marzo los primeros casos positivos de infección de coronavirus en Cuba con tres turistas de visita en el país, según datos del Ministerio de Salud Pública.
