“Los ojos de Esteban, los de Héctor, reflejan un desgarramiento desolador”, declaró la artista y opositora cubana Carolina Barrero este 6 de enero en Facebook.
“Quiero dejar algo muy claro —agregó la artista, miembro del Instituto Internacional de Artivismo “Hannah Arendt”—. Es la dictadura la única que ha abandonado a los cubanos a una deriva de sumisión en el beneficio abyecto y corrupto de unos pocos”.
Valdés y Rodríguez salieron abruptamente de Cuba el 5 de enero con destino a Nicaragua tras recibir presiones del régimen, pero el gobierno de Daniel Ortega les negó la entrada. El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, dio instrucciones para socorrer a los desterrados, quienes permanecen en el país centroamericano en un limbo legal.
“El director de Migración dijo que tienen instrucciones del presidente [Nayib Bukele] para darles el apoyo que requieran para que se tranquilicen, se sientan seguros y luego estudien su caso para su regularización”, declaró Apolonio Tobar, titular de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, según reporte de El Faro.
“Cuba es un país más allá de los límites de su territorio (…). Esteban y Héctor no se han marchado. Los tres millones de emigrados no se han marchado. Estamos en ella, y no tendrá lugar en esa certeza el influjo opresor”, precisó Barrero.
Tras 36 horas varados, Valdés y Rodríguez salieron del aeropuerto internacional Óscar Arnulfo Romero “acompañados por el director de Migración, Ricardo Cucalón, y el procurador de DDHH Apolonio Tobar. Se dirigen a un hotel para descansar”, informó en Twitter el periodista Nelson Rauda Zablah, de El Faro.
La víspera, Valdés reveló en un post que recibieron presiones del Gobierno para salir de Cuba y que en Nicaragua emprenderían camino a Estados Unidos en un post publicado en Facebook.
El joven dijo que, durante los ocho meses de prisión que Esteban Rodríguez sufrió en el centro penitenciario Combinado del Este, lo sometieron a torturas, "confinamientos a celdas de castigo con condiciones infrahumanas (...) por el simple hecho de pensar con cabeza propia".
"Aún Esteban tiene en sus pies las marcas que le dejaron las llamadas Shakiras (nombre con el que se conoce en Cuba el sistema de encadenamiento del cuerpo que se coloca a los reclusos). Todo ese tiempo en que las lágrimas no faltaron, ellos estaban ahí recordando que éramos expulsados y que jamás podríamos regresar", aseguró.
En declaraciones a CiberCuba, Valdés precisó que su salida fue condición para liberar a Rodríguez, quien permanecía en la cárcel desde el 30 de abril, cuando participó junto a otros activistas en una protesta pacífica en la calle Obispo, de La Habana.