La grave crisis económica y del desabastecimiento de combustible en Cuba pintan de oscuro el período de vacaciones de verano, pero el periódico gubernamental Sierra Maestra invita a las familias cubanas a buscar alternativas de recreación.
Un artículo publicado por el órgano oficial del Partido Comunista en Santiago de Cuba, reconoce que “este año la etapa estival no escapa de la situación económica que tiene el país, limitaciones de todo tipo que sufrimos a diario”, aunque achaca toda la responsabilidad de la crisis al embargo de Estados Unidos.
“En estos meses de mucho calor lo que más añoran los cubanos son los viajes a las playas, ríos y chapuzones para refrescar (…); viajes a los balnearios que se han visto muy, pero muy limitados por la situación existente con el combustible”, continúa el texto.
Afirma la autora de la nota, Ángela Santiesteban Blanco, que “el Verano (sic) no es solo sol y playa (…) y seguro que en otras etapas estivales podremos ir a darnos un chapuzón, mientras tanto, busque alternativas”.
La articulista, que repite la consigna oficial de un “verano donde Vamos con Todo”, asegura que “los cubanos se crecen ante los problemas y buscan la forma de divertirse, cada cual a su manera con ingenio e improvisación”.
Según el medio oficial, “a nuestro pueblo nada ni nadie le quita esa peculiar manera de divertirse, de estar en familia y de pasar un verano juntos; es común ver a los pequeño (sic) disfrutar de las piscinas inventadas por papás, sin moverse de su casa, para darse un buen chapuzón”.
A falta de propuestas culturales y artísticas de calidad, el Sierra Maestra pondera “la algarabía en los barrios, donde se juega al puesto, al escondido, al topao; se hacen competencias de carreras, y hasta se acaloran y se ríen de las acostumbradas pillerías propias de la edad”.
Enhorabuena, afirma Ángela Santiesteban, se retoman estas actividades infantiles “en tiempos de Internet, tablets, computadoras, series…”
La articulista pide que en las comunidades “las organizaciones de masas” controladas por el gobierno “fomentaran estas iniciativas que no necesitan de grandes recursos, solo de la voluntad y creatividad para compartir con los pequeños de casa momentos de sano esparcimiento”. El periódico comunista propone más “juegos tradicionales como: la gallinita ciega, la pelegrina, la tracción de la soga, ponerle el rabo al burro…”
Díaz-Canel invita, y le llueven críticas
El régimen de Cuba se esfuerza por aparentar normalidad, en medio de un agravamiento de la crisis expresado en la alta inflación, la escasez de todo tipo de productos y apagones diarios de más de 8 horas en todas las provincias.
A inicios de julio, el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel dijo en redes sociales que vivir en Cuba es “una fiesta innombrable”, parafraseando un poema de José Lezama Lima, escritor censurado en vida por el castrismo.
El primer secretario del Partido Comunista pidió a los cubanos disfrutar de este verano entre “familia y amigos”, con “deporte, cultura y recreación sana”.
La publicación provocó una ola de críticas en redes sociales. “Ustedes son un meme permanente, una falta de respeto continua, una farsa”, dijo una usuaria de Twitter identificada como “Violeta”.
“¿Fiesta innombrable de vivir en Cuba? ¿Lo dices por los más de 140 000 cubanos que entraron por la frontera de Estados Unidos o los más de 3000 interceptados por la Guardia Costera en el mar huyendo de Cuba? Y esas son las cifras que se conocen. Los cubanos escapan”, le respondió el periodista Alberto Arego.
Por su parte, Katia Barceló López dijo: “Esto es de lo real maravilloso, surrealismo puro. ¡¿Cuándo van a aterrizar esta gente, por Dios!? En los parques no hay nada y todo en manos de los particulares. Nada más le pido que se asomen al Zoo de 26. Es una falta de respeto total y a quién le importa”.
“¿Qué vacaciones? Hace años que eso de vacaciones es dejar de ir al trabajo porque apenas pude disfrutar de ellas después de pasar diez meses dando clases, pero al menos podía ir a un parque, tomar un helado. Pero en estos momentos, muy doloroso para los padres y los niños, ni una pizza pueden comer, los precios están por las nubes; si hay confituras, en manos de los particulares. Para tener una salida ni con tres sueldos alcanza”, lamentó María Silva Acosta.