Ante la imposibilidad de adquirir harina de trigo en el mercado internacional, el régimen prueba sustituyendo esta materia prima con harina de yuca, plátano, boniato y hasta calabaza, con el objetivo de emplearla en la producción de panes, galletas, dulces y elaboraciones de la industria cárnica como picadillos y embutidos.
El diario estatal La Demajagua, dedicó este 14 de octubre un artículo al empleo de la harina de arroz en la provincia Granma para elaborar panes y galletas como paliativo a la crisis alimentaria, pero principalmente para intentar sostener la paupérrima economía interna.
"Sindicalistas de la Empresa Provincial Integral de la Industria Alimentaria (EPIIA) ratificaron su compromiso de continuar aportando a la economía cubana en medio de la actual situación", escribió la Demajagua.
Señala el diario estatal que "los trabajadores se pronunciaron por fomentar las producciones alternativas, la sustitución de importaciones, y el incremento de las ofertas en las circunstancias actuales", lo que se traduce en el empleo de todo lo que tengan a mano para producir alimentos, aunque el resultado no sea del agrado de la población.
El texto insiste en el discurso oficialista de responsabilizar al gobierno de los Estado Unidos por la crisis económica que desde el 2018 atraviesa el país, y por supuesto, obvia las ineficiencias del régimen y el alto grado de corrupción que impera a todos los niveles de la administración, las verdaderas razones detrás de la debacle económica.
"El bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a la isla incide no solo en el déficit de materias primas, también la adquisición de diésel para mantener activas las líneas de galletas, sorbetos y barquillos para helado, que requieren específicamente de gas licuado".
Davisnel Peña Peña, sub-director comercial de la Empresa Provincial Integral de la Industria Alimentaria, en conversación con la prensa estatal, declaró que "ante el déficit de más de 24 toneladas diarias de harina nos concentramos en buscar nuevas alternativas, para poder sostener nuestras producciones de repostería".
Precisó que "tales faltantes, han obligado a la EPIIA a adoptar alternativas con harinas de arroz y maíz para sostener sus renglones y no dejar de garantizar a la población los surtidos de galletas dulces, palitroques, dulces finos y otras variedades".
Según el funcionario, en el mes de septiembre la empresa adquirió "más de 70 toneladas de harina de maíz para desarrollar la repostería de espuma, como la gaceñiga y el panecillo", aunque hay que señalar que este cereal tampoco abunda en el país.