Las autoridades sanitarias de Cuba han reforzado la vigilancia epidemiológica ante los casos de viruela del mono detectados en al menos 11 países, informó el sábado el director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, Francisco Durán García.
En una reunión con el Estado Mayor de la Defensa Civil, Durán explicó que se ha fortalecido la atención primaria de salud para detectar cualquier posible caso de esta enfermedad en la isla, así como de la hepatitis aguda infantil, cuyos casos a nivel mundial también van al alza.
“Hasta el momento no se ha detectado ningún caso en Cuba, aunque ya se ha montado el sistema para su vigilancia”, expresó en su perfil de Facebook la presidencia de Cuba sobre la viruela del mono.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó el viernes que se habían confirmado 80 casos de la enfermedad en 11 países donde no es considerada una enfermedad endémica y que había 50 investigaciones en curso para determinar el alcance y causas del brote.
La viruela del mono o simio es endémica en algunas poblaciones animales de varios países y provoca brotes ocasionales entre la población y los viajeros.
Se propaga de manera diferente a la COVID-19, ya que sólo se transmite de una persona a otra por contacto cercano con lesiones, fluidos corporales, gotitas respiratorias y materiales contaminados, como la ropa de cama.
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La OMS detalló en un comunicado que la presentación clínica de la enfermedad es semejante a la de la viruela, que se declaró erradicada en el mundo en 1980. En comparación con ésta, la viruela del simio es menos contagiosa y causa cuadros clínicos de menor gravedad.
Las vacunas utilizadas para erradicar la viruela protegen en cierta medida contra la viruela del mono. La OMS explicó que hay también otras vacunas más recientes, y que una de ellas ha sido aprobada para la prevención de la viruela del simio.
El científico cubano Amílcar Pérez Riverol manifestó el viernes en Twitter que no hay motivos para pensar que la viruela del mono será otra COVID-19, en tanto es menos transmisible que la enfermedad provocada por el SARS-CoV-2.
“No existe ninguna evidencia que indique transmisión natural por aerosoles. La transmisión es por contacto directo con fluidos —incluidas gotículas— contaminadas. La velocidad de los brotes es atípica para este tipo de virus, pero esto no será otra COVID-19”, afirmó Pérez Riverol, muy seguido por cubanos por sus observaciones respecto a la pandemia de coronavirus en Cuba y el mundo.