Protestan por medidas de Trump, pero llevamos 60 años de sanciones de la dictadura: activista cubana

La activista y opositora Ariadna Mena Rubio increpó al régimen y los que han criticado las sanciones de Donald Trump, mientras no dicen nada de los 60 años de sanciones de la dictadura que han sufrido los cubanos
Ariadna Mena Rubio. Foto tomada de Facebook
 

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La activista y opositora cubana Ariadna Mena Rubio increpó a los mandamases del régimen y a los cubanos de a pie que han criticado las sanciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, encaminadas a bloquear las vías de financiamiento de la dictadura, como la que establece que a partir del 27 de noviembre no se podrán enviar remesas a la isla mediante operaciones que involucren a empresas controladas por militares.

“Donald Trump tiene que apretar y poner más sanciones. Me llama la atención que haya cubanos de a pie que se quejen de Donald Trump. ¿Y los 60 años que llevamos sancionados dentro de este país?”, cuestionó Mena Rubio a sus compatriotas mediante una directa en su perfil de Facebook.

Amenazada de muerte en más de una ocasión, y víctima de secuestros y arrestos arbitrarios por su oposición explícita al gobierno, la mujer subrayó que ya van más de 60 años en los que “cada día hay más sanciones impuestas por una dictadura”.

“Para mantenerse en pie ha tenido que estar sancionando a cubanos, familias, niños, a todo el mundo”. Eso es lo que ha hecho y entonces hay cubanos de adentro que no lo ven, lamentó, al tiempo que negó que Trump tenga odio a los cubanos, como aducen los medios propagandísticos del oficialismo del régimen.

“Dicen que Trump tiene odio a los cubanos. ¿Y ustedes? Que nos tienen comiendo tripas, que nos tienen matándonos unos a otros. Que tienen un barco parado y no lo dejan bajar aun sabiendo las necesidades que tenemos”, increpó Mena Rubio, en alusión a los impedimentos que el gobierno ha puesto para la recepción y entrega de la ayuda humanitaria enviada a familias cubanas por exiliados de la isla, mayormente en Estados Unidos.

“Hay sarna, piojos, no hay aseo. ¿De qué envidia y dolor hablas puesto a dedo, cuando son los que más nos sancionan?”, increpó al presidente designado del régimen, Miguel Díaz-Canel, referido coloquialmente por muchos cubanos como “puesto a dedo” por la manera poco democrática en que asumió el cargo.

“Ustedes que van para los cayos y comen langostas, y nos tienen comiendo tripas y lo que dejan. Nosotros sabemos vivir sin Western Union. A ustedes les duele porque les van a quitar los dólares, pero te tienen que tumbar la Western Union, los vuelos, todo. En definitiva, ¿ahí dónde está el rayito de luz para nosotros los cubanos? En las tiendas para nosotros no hay nada. En las de dólares todo, para ellos (los dirigentes), con el dinero que roban a los que envían a sus familiares”, agregó Mena Rubio, participante del proyecto Cuba Decide.

“En el nombre del pueblo han acabado, han hecho lo que les ha dado la gana por el mundo. Nosotros adentro comiendo toda la piltrafa que nos dan a nosotros.

Basta puesto a dedo. Tu careta se te ha quitado, la tienes en el piso. Tú y toda tu camarilla. Es una burla tras otra. Nosotros no estamos preocupados por esas sanciones, estamos preocupados porque son 60 años de sanciones de la dictadura a un pueblo carente y necesitado”, ponderó.

A partir del próximo 27 de noviembre el gobierno estadounidense prohibirá el envío de remesas a Cuba mediante compañías que sean controladas por los militares como Fincimex, la cual forma parte del emporio empresarial del ejército cubano, Gaesa.

El borrador de la nueva sanción, con fecha del 22 de octubre, fue publicado en el Registro Federal y entrará en vigor la referida fecha. Dicho documento expresa que "nada autoriza una transacción relacionada con la colección, reenvío o recepción de remesas que involucren a cualquier entidad o subentidad identificada en la lista restringida".

Constituida en Panamá como una sociedad privada cubana en 1984, Fincimex es una subsidiaria de Cimex, corporación administrada desde hace años por el Grupo de Administración Empresarial (Gaesa) de las FAR, emporio que está bajo el mando del general de Brigada Luis Alberto Rodríguez López-Calleja y que controla más de la mitad de las remesas que llegan a la isla gracias a su asociación con Western Union.

Para la administración estadounidense, las remesas deben llegar íntegramente a sus destinatarios, sin que el régimen y sus militares se apropien de un elevado por ciento de las mismas para mantener su maquinaria represiva.

Según Díaz-Canel, con la medida “EE.UU. insiste en dañar a la familia cubana”. “Perversas intenciones del gobierno imperial que le desacreditan y ridiculizan por su enfermizo odio contra una pequeña nación cuyo heroico pueblo no se rinde”, escribió el cuestionado mandatario en su perfil de la red social Twitter.

Su visión contrasta no sólo con la del gobierno estadounidense, sino también con la de cubanos como Mena Rubio y el periodista Henry Constantin Ferreiro, quien vio en las sanciones de Estados Unidos a las empresas del régimen vinculadas al envío de remesas a la isla el inicio de “la mayoría de edad económica” para muchos en Cuba y no un hecho por el cual solamente haya que condenar al gobierno estadounidense, como está haciendo el oficialismo.

“El fin de Western Union en Cuba será el inicio de la mayoría de edad económica para muchos cubanos, que hasta el día antes han dependido de esas remesas para vivir, y ahora tienen el dilema terrible en una isla hambreada de sobrevivir sin ellas, o encontrar otras vías para recibirlas”, escribió Constantin días atrás en su perfil de Facebook.

“La Cuba de mis sueños no es una Cuba de remesas desde la prosperidad ajena, sino de creación libre de riqueza propia, de gente que no tenga que decir ‘mándame’, sino ‘qué necesitas’”. Pero para llegar a ella, reconoció el periodista, “tenemos que quitarnos de encima a quienes nos obligan a ser pobres”.

 

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