Presidenta de CDR vive en pobreza y se siente decepcionada de la "Revolución"

La mujer, que siempre creyó en el régimen, vive en condiciones precarias
 

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Caridad Carballo es la presidenta del Comité de Defensa de la Revolución (CDR) de su zona en Habana Vieja, y confesó sentirse decepcionada de la "Revolución Cubana".

En entrevista a Cubanet, la mujer cuya casa es la número 611, entre Muralla y Teniente Rey, contó que lleva décadas integrada a las organizaciones de masas y vive sumida en la pobreza.

"Pensé que esta revolución se iba a hacer para ayudar a los pobres, pero mira los pobres en qué situación estamos viviendo", lamentó.

La mujer, que siempre creyó en el régimen, vive en condiciones precarias. El techo de su casa se ha comenzado a hundir y solo está protegido por bolsas plásticas y tablas de madera.

Desde el 2012 se derrumbó el pasillo de las afueras de su vivienda. Carballo se ha dirigido a las instituciones estatales, entre ellas la Asamblea Nacional del Poder Popular y el Partido Comunista para buscar soluciones a su problemática y todo sigue igual.

Funcionarios llegaron un día y le dijeron: es mejor que duermas en el Parque Central.

"Habrán más muertes por derrumbe que por COVID-19", añadió Caridad, quien además cuida a un niño de seis años y asmático.

 

Video de Cubanet

 

Este lunes 28 de septiembre ocurrió otro derrumbe en la capital, en la cuadra de la Calle Amargura, entre Compostela y Aguacate, que tiene a una persona bajo los escombros.

Los efectivos de rescate del Cuerpo de Bomberos de Cuba lograron socorrer a una señora mayor, pero otra persona se encontraba bajo el derrumbe al momento de redactar esta nota, informó desde el lugar de los hechos Esteban Rodríguez, colaborador de ADN Cuba.

“Se desploma otra vivienda en menos de dos semanas, afortunadamente la persona que sacaron aparentemente no sufrió daños”, reportó Rodríguez.

En el medio de la calle Amargura, se ven restos del inmueble como ladrillos y fierros de la baranda de un balcón. Se divisa desde la vía a los rescatistas en el segundo piso de la edificación colonial, mientras la calle es acordonada por varios efectivos de la Policía.

 

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