Medios oficialistas ignoraron denuncia contra Bécquer antes de investigación de El Estornudo

Medios de comunicación adscritos al Partido Comunista recibieron la denuncia de Lilliana H Balance antes que El Estornudo, pero ignoraron el caso
 

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Medios oficialistas cubanos como Granma, Cubadebate y Juventud Rebelde conocían al menos de una de las denuncias por abuso sexual contra el trovador Fernando Bécquer mucho antes de la publicación de la investigación de la revista El Estornudo, pero prefirieron ignorarla.

En entrevista con ADN Cuba, el periodista Mario Luis Reyes, autor de la investigación, afirmó que la primera denunciante que le contactó, Lilliana H Balance, le comentó que antes de acudir a la revista independiente escribió a los referidos medios de comunicación, de los que no obtuvo nunca respuesta.

La omisión de la denuncia, sin tomarse siquiera un segundo para escuchar e investigar, evidencia la desprofesionalización de la prensa oficialista cubana y el desapego de sus pretendidos medios de comunicación, pero en la práctica vehículos de propaganda, del encargo social del periodismo.

El desprecio del oficialismo a la denuncia contra Bécquer cobra relevancia también por la línea argumental que los acólitos del régimen han erigido contra la investigación de El Estornudo y las víctimas testimoniantes.

Según estos, las acusaciones carecen de credibilidad por haberse publicado en un medio cuyos contenidos atacan al gobierno de la isla y por estar dirigidas contra un artista partidario de lo que aún ellos se empeñan en llamar “revolución”.

Pero el hecho de que Lilliana haya acudido inicialmente a la prensa oficialista desmonta de tajo esas “observaciones”. Al respecto, la víctima condenó en Facebook que muchos hayan querido reducir las denuncias a parte del conflicto político que viven los cubanos.

“Me parece terrible que muchos se hayan ido por una tangente de ‘conflicto político’ cuando de lo que se está hablando no es más que de un abusador sexual. Lo siento, ningún otro medio informativo al que acudí en aquel entonces (noviembre, 2020) me contestó”, escribió Lilliana.

“Si yo decidí hacer la denuncia por fin, fue sobre todo porque en un post en aquel entonces sobre el acusado me reconocí en los comentarios de otras mujeres con respecto a él. Les pregunté directamente, y para mi pavor todas las respuestas fueron lo que yo creía que serían, todas ellas más jóvenes que yo, incluso algunas al final no dieron su testimonio por temor (estoy segura) a que pasara esto que pasa hoy, en que muchos le dan un enfoque errado al asunto o las atacan”, agregó.

En la entrevista con ADN Cuba, Reyes y Claudia Expósito, otra de las víctimas de Bécquer, también desestimaron que la publicación de las denuncias tuviese algo que ver con el apoyo del trovador al régimen.

“No tengo la menor idea de cuál es la tendencia política de Fernando”, dijo categóricamente Expósito, mientras que Reyes afirmó no creer que las cinco mujeres que le dieron su testimonio, y las decenas más que lo están contactando tras la publicación de la investigación, estén guiadas por un objetivo político.

“No puedo hablar por ellas, pero no lo creo. Lo están denunciando por abuso sexual, no por su tendencia política, de la que además no hablamos en el texto”, dijo el periodista.

Los cuestionamientos emanados del oficialismo contra la denuncia parecen querer apartar la mirada de lo realmente importante: la impunidad de muchas manifestaciones de violencia de género en Cuba y la falta de acompañamiento que tienen las víctimas.

“Falta todo por hacer en materia de violencia de género. Que haya una ley que establezca un marco legal y penal, y que readapte los códigos educativos para desmontar tantas capas de machismo que afectan y violentan parte esencial de la sociedad, que son las madres, las cuidadoras, quienes establecen orden en este patriarcado”, sentenció Expósito.

 

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