El sacerdote cubano Kenny Fernández Delgado, de la iglesia del municipio Madruga, provincia Mayabeque, aseguró en sus redes sociales que participaría en la Marcha Cívica por el Cambio, convocada para el próximo 15 de noviembre, "en calidad de observador y protector del más débil, sea del bando que sea, pero sin agredir a nadie".
" Aun cuando no salga más nadie que yo. Y a pesar de cualquier prohibición absurda y amenazante", añadió.
Mediante un post de Facebook alertó que "si me detienen y encarcelan por ejercer pacíficamente mis derechos constitucionales me harán un gran honor al hacerme un nuevo integrante del grupo de los más de 500 presos cubanos por motivos de conciencia, pensamiento y expresión. Porque la libertad de todos vale cualquier sacrificio".
De acuerdo con el sacerdote Fernández Delgado, el régimen de La Habana "no tiene fuerza moral y ni siquiera legal" para impedir la marcha pacífica del 15 de noviembre.
Hizo un llamado a la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y al ejército a guardar la paz durante la marcha, sin actuar a favor o en contra de ninguna de las partes que se manifiesten sin violencia.
"Que nadie piense que una marcha pacífica va a resolver todos los problemas en Cuba. Es solo un paso necesario, entre otros muchos, hacia la democracia. Que deben encomendar la marcha a Jesucristo y a la Virgen de la Caridad del Cobre desde ya y en todo momento de su duración.
Sobre la declaratoria del gobierno alegando que la marcha es 'ilícita', el padre Kenny señaló que "esta era la respuesta esperada más probable". Además, dijo que las cartas solicitando permiso para manifestarse presentadas en los gobiernos provinciales "no eran una petición de permiso sino una notificación".
El pasado 12 de octubre autoridades del régimen cubano declararon “ilícita” la Marcha Cívica por el Cambio, convocada para el 15 de noviembre por el grupo de la sociedad civil Archipiélago.
La respuesta oficial defiende que el "ejercicio de los derechos de las personas solo está limitado por los derechos de los demás, la seguridad colectiva, el bienestar general, el respeto al orden público, a la Constitución y a las leyes", y que "el sistema socialista que refrenda esta Constitución es irrevocable".
Horas después Archipiélago aseguró en un comunicado que marcharían a pesar de la negativa del gobierno cubano.
"El 15 de noviembre nuestra decisión personal será marchar cívica y pacíficamente por nuestros derechos. Frente al autoritarismo responderemos con civismo y más civismo", reza el texto.