Usted no lo sabía, pero Cubadebate, además de combatir “el terrorismo mediático”, escribe para la clase media de Francia, Estados Unidos y España. Como se lo cuento a usted: porque son esas personas las únicas que podrían comprar los ingredientes recomendados por la sección culinaria del medio.
Pulpo a la gallega y a la marinera, ensalada de pulpo y langosta al café: son las delicias descritas allí para los restaurantes del primer mundo o los de Cuba, que hacen como si Cuba fuera un país del primer mundo, y de algún modo lo es, pero sólo para un grupo reducidísimo.
Porque sin duda alguna esos platos exquisitos no van dirigidos a los cubanos, que hace siglos no ven un jurel en las pescaderías y las langostas, los camarones y pargos los vislumbran en sueños.
“En Cuba, la langosta no era algo que a las personas —y más a las de cierto nivel económico— les quitara el sueño, como a muchos hoy en día, que la refieren como algo sublime”, comenta el artículo que perpetró el medio.
¿No será porque hace tiempo comer langosta era como comer croqueta conformada actualmente y agenciarse uno de esos animales marinos viene a ser como ganarse la lotería en estos tiempos que corren? Puede ser; bajo el castrismo todo es posible.
“Un lector me preguntó acerca de recetas con pulpo”, continúa el texto. ¿Quién será esa rara avis? Caben dos opciones: un nuevo rico, de esos que tienen buenos tratos con la familia reinante o los generales del ejército, o un masoquista, que desea sufrir viendo las imágenes de un pulpo en su tinta en los medios de prensa.
Por consideración a la salud de muchos lectores de ADN Cuba que residen en la isla, este medio no ha querido comentar los ingredientes que incluyen las recetas de Cubadebate. Si ya la mención de la langosta es para “poner el grito en el cielo”, las especies y aderezos que llevan esos platos provocarían infartos en nuestra comunidad de lectores.
Por suerte queda gente con sentido del humor y decencia. Un lector, bajo el seudónimo de El Aturdido —aleluya—, comentó lo siguiente: “con el mayor respeto y sin ánimo de crítica. ¿Dónde se pueden encontrar los pulpos y demás especies que se mencionan para poder probar la receta?”.
Ángel, que de ángel tiene lo que el castrismo de democrático, respondió a uno de los contertulios que preguntaba dónde comprar pulpo: “hay en el mercado Náutico, yo he comprado dos veces este mes, tiene buen precio y buena calidad”.
El que tenga deseos de comer pulpo, ya sabe dónde comprarlos: en el mercado Náutico. Eso sí, si no tiene tarjeta en MLC ni se moleste, que en Cuba hay revolución para todos, pero pulpo sólo para algunos.