“El que compra ese producto enriquece a la dictadura”: mensaje de cubana ante venta de langostas de Cuba en Francia

Una cubana reaccionó a la venta de langostas de Cuba en supermercados de Francia con un mensaje que revela lo que supone la compra del producto
Advierten a franceses sobre langosta cubana. Foto: Facebook/Patricia Monzon
 

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Una cubana reaccionó recientemente a la venta de langostas procedentes de Cuba en supermercados de Francia con un mensaje escrito a mano que deja en claro a potenciales compradores que el dinero recaudado por ese producto enriquece directamente a un régimen dictatorial.

“Hoy pasé por mi supermercado (en Francia) y cuando me encontré con estas colas de langostas de Cuba, no resistí y dejé un mensajito diciendo: ‘El que compra ese producto enriquece la dictadura en Cuba’”, escribió en Facebook la cubana identificada en esa red social como Patricia Monzón.

Según muestran las imágenes con las que acompañó su publicación, dejó su mensaje escrito en francés, esperando concientizar a los consumidores franceses sobre la naturaleza dictatorial del sistema político cubano y la discriminación que supone el hecho de que los residentes en Cuba no pueden consumir muchos productos autóctonos de la isla que el régimen destina exclusivamente a la exportación y el turismo.

Entre estos, han estado habitualmente la langosta y otros mariscos, como los camarones, excluidos de las redes de venta a la población y cuya venta es perseguida con fuertes penalizaciones en el mercado informal.

En septiembre de 2020, el ministro de la Industria Alimentaria del régimen cubano, Manuel Santiago Sobrino Martínez, afirmó que el gobierno aspiraba a que los cubanos puedan comer langostas y camarones, así como otros alimentos muy poco frecuentes en la dieta habitual de los cubanos de a pie.

En el programa oficialista Mesa Redonda, el ministro comentó sobre la exportación de camarón y langosta, y reconoció que el tema generaría “opiniones de por qué eso no nos lo comemos en el país”.

“Podemos darnos el gusto de comérnoslo. Eso da para una vuelta. Vamos a estar felices un día. Pero la concreta es que vamos a estar sin leche en polvo para los muchachos y pasando más trabajo con un grupo de productos que garantizan la divisa”, añadió el vocero del régimen, justificando por qué ambos mariscos son destinados exclusivamente a la exportación y el consumo en hoteles por turistas.

“No renunciamos a comérnoslo… No es que nosotros decimos que los cubanos no tienen derecho a eso. Aspiramos a poder tenerlo disponible para todos los cubanos, pero tenemos que tener conciencia que de ahí sacamos el dinero que se necesita”, aseveró el ministro, sin referirse a posibles soluciones de la habitual escasez de alimentos en la isla, incluso de aquellos que conforman la canasta básica supuestamente financiada con la venta de langosta y camarones, entre otras medidas discriminatorias del régimen.

 

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