La organización no gubernamental Civil Rights Defenders (CRD) en América Latina, defensora de los derechos civiles y políticos, condenó en su perfil de Twitter la decisión arbitraria del régimen contra la activista sobreviviente de "una fuerte batalla contra el cáncer en el extranjero" y pidió a la Delegación de la Unión Europea en Cuba "monitorear el caso y exigir el seguro regreso de Omara".
Alessandra Pinna, directora de programas para América Latina y el Caribe de la organización Freedom House, se hizo eco de la denuncia y declaró que "el gobierno de Cuba sigue reprimiendo sociedad civil en llena impunidad. Después de Anamely Ramos, Omara Ruiz Urquiola está obligada a exilio forzado".
Pinna instó a la Delegación de la Unión Europea en Cuba a que, en el marco de su acuerdo con el régimen, presionara a favor "del respeto por los derechos humanos. Ciudadanos cubanos necesitan poder regresar a su país".
Freedom House se cataloga en su perfil oficial como una organización a favor de la democracia dedicada a la expansión de la libertad en todo el mundo
Por su parte, la CRD denuncia en su sitio web que "en Cuba, la situación de los derechos humanos ha empeorado, lo que ha provocado que los defensores de los derechos humanos se vean obligados a dejar de trabajar y abandonar el país. El movimiento por la democracia en el país se ha debilitado."
Este sábado, el régimen cubano impidió el regreso a la isla desde Estados Unidos de la profesora y activista Omara Ruiz Urquiola, quien acudió a ese país por motivos médicos y esperaba poder regresar a su casa y reunirse con su familia.
Ruiz Urquiola denunció desde el aeropuerto internacional de Fort Lauderdale, en la Florida, que la prohibición de entrada del régimen en su contra se estaba materializando con la complicidad de la aerolínea estadounidense Southwest, que canceló su boleto apenas recibió la notificación desde el Ministerio del Interior de Cuba y no le comunicó nada hasta hoy.
La activista cubana responsabilizó directamente a la aerolínea y el gobierno estadounidense de que ella no pueda volar a su país, tal y como hizo la profesora de arte y activista Anamely Ramos en febrero, cuando American Airlines le impidió abordar el vuelo que tenía reservado para regresar a Cuba, a partir de la prohibición de las autoridades migratorias del régimen de la isla.