Caibarién: niños cubanos venden alcatraces desollados para subsistir

Según Diario de Cuba, Emilio y Josué, de 15 años, los venden a 70 pesos en el vecindario, donde “siempre hay gente esperando”.
Alcatraces desollados (Diario de Cuba)
 

Reproduce este artículo

Dos niños cubanos en el poblado de Caibarién, Villa Clara, cazan y desollan alcatraces para sobrevivir, reportó este 14 de febrero Diario de Cuba.

Uno de los hermanos los caza y entre los dos les quitan las plumas y la piel a las aves, que venden a 70 pesos en el vecindario, donde “siempre hay gente esperando”, comenta uno de los muchachos al medio independiente.

Emilio y Josué, de 15 años, mantienen su hogar misérrimo y a su madre con todo tipo de actividades, permitidas e ilegales, en ese antiguo pueblo de pescadores, hoy sin esperanza y condenado al abandono por el gobierno.

Prácticamente abandonaron la escuela y se dedican a “la lucha”, como se conoce en Cuba la búsqueda frenética de alimentos, ropa, calzado y cuanta vitualla necesite un hogar, todas a precios exorbitantes debido a la crisis económica.

“¿De qué vamos a vivir?”, dijo Emilio a Diario de Cuba. “Mi papá se fue con una querindanga y mi mamá no pincha”.

La ley 129 de 2020 prohíbe el uso de artes de pesca para esta actividad o la caza de animales protegidos, sin embargo, muchos cubanos, urgidos por la necesidad, se lanzan a estas prácticas incluso a costa de ser multados o ir a la cárcel.

 

Cubano pesca clarias en una alcantarilla de Cienfuegos

 

Esas soluciones desesperadas son comunes en Cuba. En Cienfuegos, el lente captó a un hombre pescando clarias en una alcantarilla de la ciudad para alimentar a su familia.

Bien se sabe que la claria es un animal de “buen comer”, si por “bueno” entendemos que come cualquier cosa: desperdicios humanos, roedores, peces, aves, anfibios… El alcantarillado debe ser como una mesa sueca para estos voraces vertebrados, introducidos en Cuba desde Tailandia.

El régimen introdujo su cría para aumentar el consumo de carne y proteínas, dos cosas que escasean en la isla desde hace mucho tiempo, pero no tuvo en cuenta que las clarias son predadores con alta capacidad reproductiva.

Los ciclones rompieron las barreras de los primeros criaderos y el animal se propagó rápidamente por ríos y lagunas, devorando a su paso la fauna fluvial. Hoy día, es uno de las principales amenazas a la biodiversidad en el país.

A pesar de ser una isla del Caribe, Cuba apenas  tiene acceso a pescados, mariscos y otros productos alimenticios del mar. La pesca de la langosta y la angula ha sido destinada únicamente a la exportación y el turismo, y no para el cubano de a pie, según las directrices dadas por el presidente Miguel Díaz-Canel.

*Foto: Diario de Cuba

 

Relacionados