Una anciana de 74 años murió este lunes 28 de septiembre, entre los escombros de un derrumbe ocurrido aproximadamente a las 12:20 p.m. el No. 319 de la calle Amargura entre Aguacate y Compostela, en el municipio de La Habana Vieja.
La mujer había quedado atrapada luego del colapso del entrepiso de un edificio multifamilar. Las acciones de rescate en el lugar del hecho fueron transmitidas en directo por ADN Cuba.
Los efectivos de rescate del Cuerpo de Bomberos de Cuba lograron socorrer a una señora mayor, pero otra persona se encontraba bajo el derrumbe al momento de redactar esta nota, informó Esteban Rodríguez, colaborador de ADN Cuba.
“Se desploma otra vivienda en menos de dos semanas, afortunadamente la persona que sacaron aparentemente no sufrió daños”, reportó Rodríguez, quien informó que aún quedaba otra ciudadana atrapada.
El periódico oficialista Tribuna de La Habana, confirmó que la víctima falleció. Según el Consejo de la Administración Municipal de ese territorio “se trabajó presurosamente en el rescate de las personas que se encontraban atrapadas en el segundo piso del edificio, pero lamentablemente se reportó el fallecimiento de una señora de 74 años, cuya muerte fue dada a conocer durante la sesión del Consejo de Defensa Provincial de La Habana”.
“El balcón cayó hacia la calle, pero el desplome mayor ocurrió adentro, el techo colapsó hacia adentro”, informó Rodríguez, quien dijo que tales accidentes “en la Habana Vieja se ha vuelto cotidiano”.
Mientras ADN Cuba reportaba en directo, poco después de ocurrido el derrumbe, en el medio de la calle Amargura se veían restos del inmueble como ladrillos y fierros de la baranda de un balcón.
Informó el Tribuna… que las autoridades del régimen en la capital calificaron “de inmediata la respuesta de los órganos de rescate, la Policía Nacional Revolucionaria, los bomberos, especialistas del Sistema de Urgencias Médicas, así como representantes de los gobiernos provincial y municipal que arribaron al lugar para colaborar en las labores…”
Sin embargo, esto no es lo que demandan los ciudadanos. Mientras continúan edificándose hoteles para un turismo que no llega en las cantidades deseadas por el régimen, en los barrios más precarios se desploman viviendas dejando en ocasiones saldos mortales, además del desamparo de muchas familias.
El 16 de septiembre pasado una mujer adulta de nombre Rosa, que había quedado atrapada bajo los escombros de un edificio multifamiliar en la Habana Vieja, murió por las heridas sufridas durante el derrumbe, confirmaron a ADN Cuba otros afectados por el desastre.
La víctima vivía en el primer piso del antiguo edificio que habitaban varias familias, conocido entre los cubanos como “un solar”. Rosa quedó sepultada por los restos de las plantas superiores luego de desplomarse el inmueble, contaron varios vecinos a Esteban Rodríguez, colaborador de ADN Cuba.
Según testimonios recogidos en el lugar, los cubanos que vivían en ese solar no se encontraban “ilegalmente” en La Habana. Residían en la precaria casona colonial desde hace mucho, entre ellos varios ancianos.
“La señora Rosa llevaba años viviendo allí, incluso se movilizaba llevando cartas [a las instituciones] de quejas para que le dieran otra casa o materiales para arreglar y el Estado nunca hizo nada”, dijeron a Rodríguez.
La crisis de la vivienda en Cuba tiene su peor rostro en estos hechos, que suceden por el mal estado de los edificios, desatendidos por el régimen que construye hoteles, a pesar de las constantes denuncias y advertencias de los ciudadanos.
En el cercano municipio de Centro Habana, murió un empleado de Servicios Comunales el sábado 18 de julio, cuando fue víctima del derrumbe de una pared. El hombre había quedado gravemente herido por la caída, mientras trabajaba, de un muro de un inmueble ruinoso ubicado en la esquina de las calles San Miguel y Belascoaín.
El 23 de julio falleció la anciana María Magdalena Olivares, luego de tres horas atrapada bajo los escombros de su vivienda en la calle Monte 1061 entre Fernandina y Romay en el municipio Cerro (La Habana).
La Habana Vieja, el Cerro y Centro Habana son de los municipios de la capital cubana más afectados por el deterioro de su fondo habitacional. En estas localidades habaneras existen muchos edificios y casas con una situación arquitectónica precaria y en peligro de derrumbe.
Varias de las familias que viven en estas condiciones han mostrado reticencia a abandonar sus hogares para ser trasladas a albergues debido a que no saben qué tiempo puedan permanecer en dichos sitos, sin que les otorguen otra vivienda o les faciliten los medios para edificarla. En la isla hay personas que han vivido durante décadas en albergues donde incluso han llegado a formar familias.
La precaria situación de la vivienda es uno de las demandas más difíciles que enfrenta el régimen de la isla. Frecuentemente colapsan edificios o apartamentos con las consabidas pérdidas materiales o de vidas humanas. A finales de enero del 2020, otro grave accidente en la Habana Vieja causó la muerte de tres niñas, al desplomarse un balcón cuando las menores jugaban en la acera.