El Ministerio de Salud Pública de Cuba (Minsap) reportó este domingo el diagnóstico la víspera de 62 casos nuevos de COVID-19, enfermedad que se mantiene a la baja en la isla desde hace más de dos meses, luego de un severo rebrote que hizo colapsar los sistemas sanitario y de servicios funerarios en varias provincias.
El parte informativo más reciente de la autoridad sanitaria, cuyas cifras han sido puestas en entredicho dentro y fuera de la isla en numerosas ocasiones, sobre todo en lo referente a las muertes y casos activos, refiere que al cierre del sábado 18 de diciembre permanecían ingresados 2.460 pacientes por diferentes causas relacionadas con el coronavirus.
De ellos, 358 son casos confirmados y activos de la enfermedad, mientras que 1.888 son pacientes sospechosos de un eventual contagio.
Con los nuevos positivos detectados, el acumulado de casos desde el inicio de la pandemia en Cuba, en marzo de 2020, asciende a 964.097, mientras que los decesos como consecuencia de la enfermedad suman 8.314.
Holguín fue la provincia con mayor número de contagios registrados en la última jornada: 12. Le siguieron Camagüey y La Habana, con 10 y 9 nuevos casos, respectivamente.
En los servicios de cuidados intensivos permanecen ingresadas 14 personas, de las cuales cuatro son reportadas en estado crítico y 10 como graves.
Desde marzo de 2020, 955.368 personas se han recuperado en Cuba de la enfermedad causada por el SARS-CoV-2, según los datos del Minsap.
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Al cierre del 15 de diciembre, el 84,1 por ciento de la población cubana, 9,4 millones de personas, había completado el esquema de vacunación con alguno de los tres inmunógenos de producción nacional aprobados por la autoridad reguladora para su uso de emergencia, ninguno de los cuales ha sido certificado por la OMS.
En algunos municipios se aplicó la vacuna de la farmacéutica china Sinopharm en su esquema de dos dosis, seguida de una tercera dosis de Soberana Plus, del Instituto Finlay de Vacunas de Cuba.
Este sábado el Minsap informó del primer fallecimiento en una semana por complicaciones derivadas de la COVID-19. El fallecido fue un hombre residente en el municipio Marianao, en La Habana, que tenía entre 40 y 49 años. Como comorbilidades que complican la evolución clínica ante el contagio padecía de hipertensión arterial, diabetes mellitus, asma bronquial, obesidad mórbida y enfermedad renal crónica.
El descenso de los principales indicadores epidemiológicos en la isla inició a escasas semanas de la reapertura plena de las fronteras, el 15 de noviembre, y del reinicio del curso escolar de manera presencial en diversas enseñanzas de la educación general.
El régimen cubano cifra sus esperanzas de recuperación económica pospandémica en un alza repentina del turismo y en tal sentido se ha mantenido invirtiendo en la construcción de hoteles y la compra de automóviles para la renta a turistas.