El Ministerio de Salud Pública de Cuba (Minsap) informó este sábado el diagnóstico la víspera de 613 nuevos casos de COVID-19, enfermedad que ha mantenido un comportamiento estable en la isla en las últimas seis semanas, luego del alza motivada por la propagación de la variante Ómicron.
En su más reciente parte informativo, la autoridad sanitaria, cuyas cifras han sido puestas en entredicho en reiteradas ocasiones por cubanos dentro y fuera de la isla, detalló que 7.331 personas permanecen ingresadas en el país por diferentes aspectos relacionados con la COVID-19.
De ellas, 4.833 son sospechosas de un eventual contagio y 2.470 son casos confirmados y activos, 43 más que los reportados en la jornada anterior después que el número de altas médicas en las últimas 24 horas (570) fuese superior al de los nuevos positivos.
Con el último incremento, el acumulado de casos desde el inicio de la pandemia en Cuba ascendió a 1.076.229, de los cuales 8.503 han muerto y 1.065.197, el 99 por ciento, se han recuperado, según las estadísticas del Minsap.
Sancti Spíritus fue la provincia con peor situación epidemiológica, al registrar en la jornada del viernes 96 nuevos positivos. Le siguieron Holguín y Ciego de Ávila, con 90 y 67 casos, respectivamente.
En los servicios de cuidados intensivos permanecen ingresados 14 pacientes, de los cuales cinco se encuentran en estado crítico y nueve son reportados como graves.
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Hasta el 9 de marzo, el 87,3 por ciento de la población cubana, unos 9,89 millones de personas, había completado el esquema de vacunación con alguno de los tres inmunógenos aprobados para su uso de emergencia por la autoridad reguladora nacional.
En algunos municipios fue aplicada la vacuna de la farmacéutica china Sinopharm en su esquema de dos dosis, seguida de una tercera dosis de Soberana Plus, del Instituto Finlay de Vacunas de Cuba.
Hasta el momento, ninguna de las vacunas de la isla ha sido homologada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), hecho que atenta contra su aceptación internacional y comercialización y limita el alcance y reconocimiento exterior del certificado digital de vacunación que expide la autoridad sanitaria cubana.