El periódico oficialista Vanguardia publicó este miércoles un artículo sobre los llamados "influencers" y los definió como "líderes de nuevo tipo", que pueden representar un peligro pues tienen detrás "grandes comunidades online que respaldan todo lo que hacen o dicen".
"No importa —asegura el periódico— si son buenas o malas personas, si incitaban al amor o a la guerra, si tenían cerebro o en su lugar aserrín, si eran profundos o hacían el ridículo... Pero comenzaron a mover masas, con un poder que superaba incluso a políticos y líderes religiosos".
Para el medio oficialista, el uso de las diversas redes sociales no parece estar relacionado con la libertad de expresión o la necesidad de los cubanos de tener acceso a medios de información independientes, sino con la industria de la publicidad sus peligrosos vaivenes.
"La apertura de internet en la isla y su creciente auge han impulsado a los millenials a conectarse con sus audiencias predilectas: ellos mismos. La onda expansiva de esta realidad virtual cuajó un producto de factura mitad criolla, mitad extranjera", dice Vanguardia.
"Cuando a finales del 2014 se implementaron las primeras zonas wifi y salas de navegación en el país, germinaron los youtubers cubanos, a imagen y semejanza de moldes foráneos. Alan x el mundo y Hola Soy Germán, entre otros, fueron convertidos en patrón, por obra y gracia del paquete semanal, que democratizaba la imagen de los «dioses» virtuales", añade.
"Cuba también llegó «tarde» a la red social más fotogénica: Instagram, pero llegó. Ello dio la posibilidad de que los cubagramers de adentro enriquecieran la imagen de la isla que ya circulaba en la red social y demostraran que se podían conquistar fieles tribus desde «adentro», a pesar de los costos y la no siempre benevolente conectividad. Cubanos como Frank Camallerys o Daguito Valdés en Youtube; Alejandro Rodríguez Sánchez (@carlosalejandrotv), Anita con Swing (bby_conswing), Erick Wayne (erickwayne_vlogs) en Instagram, cautivan por su visualidad y los frescos e interesantes discursos que logran transmitirles a sus respectivas audiencias" --asegura el reportaje.
"Hay otros temas que comienzan a ganar un espacio merecido entre los posts (publicaciones) semanales: la realidad económico-social de la isla, la riqueza de su cultura y de su gente. Le acompaña una buena estrategia para crecer, aumentar el alcance o generar más comunidad, que se traduce en ingresos, poder y, por qué no, estatus", reconoce Vanguardia.
El artículo, el primero en la prensa oficialista sobre el popular fenómeno, concluye con una especie de advertencia colectiva: "Sin embargo, solo los líderes de nuevo tipo con luz larga, acostumbrados a los vaivenes del nuevo oro mundial, el poder de la información, están preparándose constantemente para ser, a la larga, invencibles. Saben que, en un pestañazo de milisegundos, pueden perderlo todo".