La ONG Cuban Prisoners Defenders (CPD) elevó este 8 de junio a 1046 la cifra de presos políticos en Cuba, la mayoría encarcelados tras la escalada represiva de la dictadura luego de las manifestaciones de julio de 2021.
En concreto, la organización aseguró que 901 personas permanecen recluidas por dichas protestas, mientras que en el último año han pasado por las cárceles del país unos 1236 presos políticos.
Entre los 1046 que siguen entre rejas hay 37 menores de edad, 23 de los cuales ya han sido sentenciados. Según Prisoners Defenders, gran parte de estos menores han sido condenados por sedición y la pena media se acerca a los seis años y medio de cárcel.
En términos generales, de los 726 presos que tienen sentencia, 246 han recibido penas superiores a los diez años de prisión.
Cuba ocupa el quinto lugar mundial en población penal por cada 100 000 habitantes, según una escala del Institute for Crime & Justice Policy Research (ICPR, siglas en inglés), elaborado en la Universidad de Londres, Reino Unido.
Con 510 prisioneros por cada 100 000 habitantes, por encima de la nación caribeña sólo se encuentran Estados Unidos (629), seguido de Ruanda (580), Turkmenistán (576) y El Salvador (564), señala el informe Lista Mundial de Población Penitenciaria.
Los datos de Cuba corresponden a mayo de 2012. Según el reporte, 57 337 personas estaban entonces en cárceles cubanas. Actualmente la cifra podría ser mayor teniendo en cuenta la opacidad de las estadísticas oficiales y la represión desatada tras las protestas de julio.
Durante el periodo julio-diciembre de 2021 hubo unas 5000 detenciones de participantes en las protestas, según el Centro por una Cuba Libre (CCL).
El CCL opina que se trata de "un número muy inferior al real", y advirtió que "se desconocen las condiciones de muchos detenidos por la represión contra sus familiares, que les impiden hablar y brindar información", y que "aún faltan juicios por celebrarse y condenas por confirmarse".
A inicios del 2020, CPD presentó un informe que estimaba en 90 000 el número de presos en las cárceles cubanas, lo que convertiría a Cuba en el país con mayor población penal del mundo, con 794 encarcelados por cada 100 000 habitantes.