Varias toneladas de mango esperan a la intemperie frente a la fábrica de conservas de Majagua, en la provincia Ciego de Ávila, sin que autoridades de la región tomen cartas en el asunto, denuncian pobladores locales.
Una pobladora local, Yuneimy Perdomo, denunció en redes sociales el suceso y pidió explicaciones al gobierno local. Según Perdomo, el abandono de las frutas es una afrenta a la ciudadanía, en un país donde escasea todo tipo de alimentos.
“Quién responde por esto? (…) Es mejor que se pudran frente a la fábrica, que antes venderlo al pueblo, así si no Somo continuidad. Así si no estamos luchando por sacar al país hacía adelante. ¡El bloqueo no es el culpable de todo lo que sucede en nuestro país!”, declaró.
En las imágenes se observan vagones llenos de fruta apelados en las inmediaciones de la instalación, ya en su punto de maduración.
Varios internautas criticaron la desidia de las autoridades ante el suceso. “Esas cosas no la ven los gobernantes de este país pues no aportan USD”, señaló un camagüeyano.
La fábrica abrió en febrero de 2020 una nueva línea de procesamiento de frutas para el llenado aséptico y de un sistema de elaboración y llenado en bolsas del producto a partir de las pulpas, conocido por doypack, sobre la base de un proyecto de inversión entre Cuba y China, reportó el periódico local Invasor.
Supuestamente, esta modernización eliminaría demoras en el procesamiento de los productos, además, permitiría mejores rendimientos y disminuir los costos de transportación y enfrentar el pico de cosecha.
Denuncias como estas son comunes en Cuba. Ya sea por poca capacidad productiva en las fábricas o debido a la ineficiencia de Acopio, la empresa recaudadora del Estado, los campesinos se quejan constantemente del abandono de sus cosechas.
En abril un productor de Cabaiguán, provincia Sancti Spíritus, denunció que 90 000 libras de tomates se pudrían en su finca a la espera de que el Estado cumpliera su compromiso de recogerlos.
ADN Cuba ha reportado sucesos como estos en varias provincias del país. Usualmente, los campesinos señalan que no pueden vender sus productos en el mercado liberado cuando la empresa Acopio incumple sus compromisos.