A partir del incremento de los precios en Cuba, luego del inicio de las medidas impuestas por el régimen para la unificación monetaria en el país, disímiles familias no encuentran cómo sobrevivir el día a día.
La llamada “Tarea de ordenamiento”, que en realidad vino a desordenar más la vida de los cubanos, contempla un incremento de los salarios hasta un mínimo de 2100 pesos, en cambio los nuevos precios se han disparado enormemente.
En el grupo de Facebook La Lisa… De ahí somos, la cubana Arahi Hutchion compartió una publicación donde afirma que tras el incremento de los precios, resulta prácticamente imposible cubrir el transporte y alimentación de sus dos hijas para que asistan a clases.
“Soy una ciudadana cubana. Vivo en La Habana. Municipio: La Lisa. Reparto: Valle Grande. Por este medio quiero expresar mi inconformidad con lo establecido por el gobierno de Cuba”, así inició su mensaje.
Arahi Hutchion, señaló que “como ciudadana de este país, soltera, ama de casa y madre de dos niñas que se encuentran en edad de estudio, una de 9 años que cursa el 4to grado en la escuela del mismo reparto antes mencionado, y la otra de 16 años que cursa su segundo año de la carrera en el reparto Punta Brava del mismo municipio. Quiero comunicarles, que en el día de hoy llevé a mi hija menor a la escuela, como es costumbre, me detuve a comprar su merienda y para mi asombro lo que anterior mente compraba con $10.00, lo tuve que comprar al precio de $22.00. Lo mismo: dos panes con mayonesa y un refresco, esto fue algo que me impactó y me causó asombro”.
“Mi pregunta es la siguiente: ¿De dónde voy a sacar $22.00 pesos diarios para la merienda de una de mis hijas?; ¿De dónde voy a sacar los 4.00 pesos diarios para que la mayor se dirija a su escuela?”, preguntó la madre cubana.
“Con esto que me sucedió en el día de hoy, creo que mi hija no podrá recibir clases todos los días cómo está establecido por este gobierno y como debe de ser, ya que yo no cuento con un salario básico que me ayude a proveer a mi hija de una simple merienda escolar”, afirmó.
Y añadió: “Mi gobierno habla de los niños de Cuba con gran orgullo y se manifiesta de que los niños son la esperanza del mundo como diría José Martí. Es una pena que mis hijas a partir de mañana no vayan a clases hasta tanto el gobierno no le dé una respuesta a mi caso, ya sea con una ubicación laboral o con una ayuda que me permita como madre suplir las necesidades básicas para que mis hijas se incorporen nuevamente a sus estudios”.
“Realmente no tengo como pagar $28 diarios, ese es el gasto entre merienda y transporte para que mis hijas estudien. Les digo que estuve trabajando pero al estar enferma con una diabetes y ser alto riesgo por el tema de la pandemia decidí dejar de trabajar pero con estos precios que ha impuesto el propio gobierno no hay quien pueda”, concluyó.
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Su publicación desató disímiles reacciones y comentarios. Leonardo González, apuntó: “Desgraciadamente esto es el comienzo de una gran barbarie que se avecina. Es feo, veremos que deciden hacer. Ojalá amiga y le den una respuesta, es una lástima lo que a usted le sucede, y a millones de personas más que no hablan ni comentan sus necesidades.
María Josefa Rodríguez, agregó: “Mi amiga yo creo que en esa situación deben de haber miles y miles de madres y miles y miles de familias, porque la verdad se pasaron con esta situación. Pero como a ellos no le falta nada no les importa el pueblo”.
Joel Real Alcántara, quien según se describe en su perfil en Facebook, reside en La Habana, también denunció a través de sus redes sociales, que gastó un alto por ciento de su salario en establecimientos estatales, en una sola salida a comer junto a su familia.
“Soy un padre de familia, tengo 3 hijos, de 9, 8, y el menor de 4 años. Ayer fue el cumpleaños de uno de ellos y me pidió comer pizza y espaguetis. Imagínate, que padre no desea satisfacer los anhelos de un hijo. Yo soy un simple trabajador con salario mínimo, aún con el aumento salarial, lo cual es una burla y falta de respeto, ya que no compensa los precios exorbitantes de todas las cosas”.
“Fuimos a una Pizzería estatal, donde antiguamente la pizza napolitana costaba 12 pesos y el espaguetis igual. Para nuestra sorpresa, ahora aumentaron el precio a 50 pesos cada pizza y cada espagueti, y el vasito de jugo a 35 pesos. Saque la cuenta, somos una familia de 5 personas, consumimos una pizza, un espagueti y un jugo (35 pesos) cada uno. 500 pesos en pizzas y espaguetis, y 135 de jugos”, señaló Real Alcántara.
“(…) es una falta de respeto impresionante estos experimentos que están haciendo en nuestro país”, concluyó Real Alcántara.
En medio de una profunda escasez y desabastecimiento, el régimen cubano ha disparado los precios de bienes de consumo básicos y servicios, que son cada vez más inasequibles por la mayoría de los ciudadanos