Este domingo varias localidades de la provincia Ciego de Ávila, a unos 400 km de La Habana, amanecieron en estado de cuarentena debido al avance de la pandemia de coronavirus en Cuba y particularmente en esa región.
Turiguanó y el poblado Celia Sánchez, en la ciudad de Morón, Limpios Grandes y la cabecera del municipio de Florencia, son los lugares en los que el Consejo de Defensa Provincial de Ciego de Ávila decidió, durante una reunión el sábado, aplicar la medida.
Según el medio oficial Cubadebate, la medida “comprende el aislamiento estricto de estas comunidades y el reforzamiento de la pesquisa, entre otras acciones de prevención y control”.
Carlos Luis Garrido Pérez, presidente del Consejo de Defensa en la provincia, dijo que “se han dispuesto los aseguramientos para la sostenibilidad de los servicios básicos, la atención sanitaria y la protección de la población en esos lugares, pero la disciplina y responsabilidad de cada uno son esenciales para lograr detener la trasmisión”.
Los habitantes de esas comunidades deberán cumplir el aislamiento social obligatorio y según la prensa estatal, se les hará una evaluación de todas las afecciones respiratorias, una “acción que ha tenido debilidad en su control”, según reconocieron los funcionarios.
Mientras esté en vigencia esta disposición, el gobierno local establece puntos de acceso para regular la circulación peatonal y vehicular de los residentes en estas áreas, del personal de la salud, trabajadores de las entidades que continuarán funcionando y las personas encargadas de implementar y controlar las medidas que se aplican.
Ciego de Ávila, con unos 66 pacientes hasta este domingo, continúa con la más alta tasa del país, ahora con 14,6 por cada 100 mil habitantes, según información oficial.
Estos lugares de la provincia decretados en cuarentena, así como el municipio Venezuela, han presentado eventos de trasmisión local y son hasta ahora los que mayor número de casos confirmados tienen, con 17 en Morón y 14 en Florencia y Venezuela, respectivamente.
En correspondencia con el incremento de pacientes positivos al nuevo coronavirus, también se implementaron otras regulaciones para la ciudad de Ciego de Ávila, capital de la provincia homónima, entre ellas limitar la circulación de vehículos, “aunque se mantienen servicios básicos de traslado para las entidades vitales de la producción, más los casos de enfermedades y los servicios funerarios”.
También pueden circular los medios de transporte privados siempre que cumplan los requisitos legales y sanitarios establecidos.
Los medios de comunicación oficialistas se hicieron eco de que “todos los que violen las medidas adoptadas serán procesados por los artículos contemplados en la Ley para este tipo de situación”.
El 23 de marzo, el periódico Granma del Partido Comunista de Cuba, anunció que “el que maliciosamente propague o facilite la propagación de una enfermedad, incurre en sanción de privación de libertad de tres a ocho años”.
El Código Penal agrega, en el apartado referido a los delitos contra la salud, establece que quien “infrinja las medidas o disposiciones dictadas por las autoridades sanitarias competentes para la prevención y control de las enfermedades transmisibles, así como los programas o campañas para el control o erradicación de enfermedades o epidemias de carácter grave o peligrosas, incurre en sanción de privación de libertad de tres meses a un año o multa de cien a 300 cuotas o ambas”.
“En igual sanción incurre el que se niegue a colaborar con las autoridades sanitarias en los lugares del territorio nacional en que cualquier enfermedad transmisible adquiera características epidémicas graves o en los territorios colindantes expuestos a la propagación”.