La oposición al régimen dio un nuevo paso de avance y unidad este martes 25 de agosto con la fundación del Partido del Pueblo, “una organización política transnacional de ciudadanos cubanos que posee un profundo carácter democrático, popular, diverso y participativo”, según reza en sus bases y manifiesto fundacional.
El anuncio formal de la fundación del PDP, sus siglas, corrió a cargo del influencer y presentador cubano Alexander Otaola, quien en su show dio a conocer además algunas de las premisas y fines que guiarán a la naciente organización, disponibles en la página web de la misma.
Junto a Otaola, entre los nombres más reconocidos en la lista de fundadores del PDP -al que puede afiliarse cualquier cubano o descendiente de cubanos hasta tercera generación, sin importar en qué país residan- destacan activistas, opositores e intelectuales, guiados simbólicamente e inspirados en el apóstol de la independencia de Cuba, José Martí.
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Con el ave nacional de Cuba (el tocororo) como logotipo, el PDP “se funda a partir de la necesidad de que haya una fuerza política que escuche y obedezca los mandatos del pueblo cubano.
“Un partido que se ponga al servicio de los cubanos y emprenda los pasos necesarios para el mejoramiento de su calidad de vida”, lo que implica “detener la crisis profunda que atraviesa Cuba, y que ahora apunta a un agravamiento inminente”, se lee en el manifiesto de la organización.
Para cumplir con esos objetivos, el partido “está dispuesto a trabajar con todas las fuerzas opositoras en la realización de una transición pacífica y ordenada hacia la Democracia en Cuba, según acuerdos y consensos entre todos”.
Además de detener la crisis, el PDP busca un cambio de sistema en la isla, “que desmonte hasta la raíz todo el orden totalitario, ese que somete a los cubanos a vivir en un orden social basado en restricciones, prohibiciones, represión y miedo; condenando a los cubanos a una existencia precaria e indigna”.
Los pasos para pertenecer o dejar de pertenecer a la nueva fuerza política son sencillos. Se permitirá la doble afiliación o militancia -excepto si se pertenece al Partido Comunista de Cuba (PCC)- durante un período de cuatro años, contados a partir de este martes, y cada miembro puede renunciar a su pertenencia de manera voluntaria, con previa notificación por escrito.
A diferencia del referente partidista de los cubanos nacidos tras la imposición del comunismo en Cuba, el PDP hará de la democracia directa su principio político rector, tanto para las elecciones de los puestos de responsabilidad en la organización como para el estado y el gobierno.
“El poder del pueblo solo es verdadero si hay democracia, pluralismo y se respetan los derechos de todos, sin excluir persona alguna”, asegura la organización en sus documentos fundacionales, al tiempo que justifica su surgimiento en la necesidad de que, por primera vez en 60 años, el protagonista del cambio que necesita Cuba “sea el pueblo cubano”.
