En el municipio artemiseño Güira de Melena las autoridades fueron un paso más allá en la administración de la escasez y el combate a las “indisciplinas” de coleros, revendedores y acaparadores, con la implementación de un sistema de venta limitada por hogar.
El sistema contempla la venta ordenada a cada CDR y circunscripción por horarios, así como que cada hogar compre el equivalente a cuatro dólares aproximadamente en productos de primera necesidad. Según un reporte del telecentro provincial de Artemisa, el experimento inició el lunes y se enfoca en la venta de artículo alimenticios y de aseo a los núcleos familiares por Consejos de Defensa y circunscripciones.
Se implementa con el apoyo de los llamados grupos de prevención enfocados en combatir a los coleros y acaparadores, identificados por el régimen y el discurso oficial como los causantes, junto al supuesto bloqueo estadounidense, del desabastecimiento y la escasez.
De acuerdo con una funcionaria del Consejo de Defensa del territorio, en esa entidad decidieron organizar la distribución por cada circunscripción y CDR de los productos más solicitados y deficitarios, previendo que todas las personas puedan adquirirlos.
Si bien los vecinos entrevistados por las cámaras del medio oficialista celebraron la iniciativa de las autoridades, la opinión de una de ellas evidenció que el problema real no pasa exactamente por evitar la formación de largas colas ni combatir a los coleros.
Según dijo, le parece bien que se organicen las colas por horas y por CDR, porque de otra manera no había podido coger mucho. “Yo nunca logré coger pollo”, comentó la señora, que precisó que tampoco logró cogerlo ahora con el nuevo sistema porque no había ni pollo ni detergente. “Pero es buena la organización porque así todo el mundo puede coger algo”, agregó.
Segmentar la distribución puede ser una buena acción en tiempos de coronavirus, para evitar aglomeraciones y favorecer más el distanciamiento social y otras medidas sanitarias recomendadas. Sin embargo, en un contexto de escasez crónica, no resuelve los problemas que han aquejado a los cubanos y se han agudizado por el impacto de la pandemia.
Al solo poder comprar el equivalente a cuatro dólares, sin garantías de que se encontrará lo que más se necesita, los miembros de los núcleos familiares deberán acudir casi todos los días a las tiendas. Con menos tumulto en las colas si el sistema continúa, pero prácticamente todos los días, hasta que se atine al pollo, el detergente u otros productos necesarios.