Dos cubanos que presuntamente se dedicaban a arrebatar prendas en la vía pública fueron detenidos por efectivos policiales este viernes en el reparto San Matías, en el municipio San Miguel del Padrón, La Habana, según expuso en Facebook el usuario identificado como Maykel Hernández.
Hernández, comunicador social según la descripción de su perfil, detalló en su post que un tercer arrebatador se dio a la fuga y escapó de los agentes del Ministerio del Interior.
“Con estas personas que roban, asaltan, intimidan y abusan de otras, las leyes deberían ser más severas”, comentó en el post, donde compartió imágenes de la detención de los presuntos arrebatadores.
La publicación ha generado decenas de comentarios, la mayoría de los cuales alaba la captura de los referidos como delincuentes, aunque varios lamentan que la actuación policial no siempre sea efectiva contra los delitos comunes, en contraste con el acoso y la persecución por motivos políticos contra muchos cubanos.
“Ahora los cogen y mañana los sueltan bajo fianza, y pasado mañana vuelven a robar y pagan la multa, así de fácil”, escribió un internauta, mientras otro lamentó que las autoridades “no pongan la ley como va”, impidiendo que se acabe con la delincuencia.
“Esos son los que hay que meter en la cárcel, son los que le hacen daño a la sociedad, no los que gritan Patria y Vida”, aseveró otro usuario de Facebook, inconforme con la escasa frecuencia en que se ve la efectividad policial contra delitos comunes, en comparación con la represión a la disidencia política.
Los reportes sobre la ocurrencia de delito y la detención de sus perpetradores no son muy frecuentes en Cuba, salvo que el caso en cuestión haya escalado en las redes sociales y la vox populi, como la detención a fines de octubre de un recluso que había herido y retenido a una agente policial en un edificio habanero.
En un reporte de 2014, el entonces jefe de la Dirección Nacional de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) de Cuba, Jesús Becerra, indicó que el registro delictivo del país arrojaba que los delitos contra el patrimonio individual, como el hurto en las viviendas y robos de diversa índole, y los delitos contra el ganado mayor y el hurto de objetos a extranjeros, eran los de mayor frecuencia en la isla.