“Estamos enviando un mensaje equivocado, en el momento equivocado a las personas equivocadas”, dijo este 17 de mayo el senador cubanoamericano Bob Menéndez (demócrata-Nueva Jersey) sobre la flexibilización de la política de EE. UU. hacia Cuba.
El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado se mostró escéptico ante la posibilidad de que el aumento de los viajes de ciudadanos estadounidenses expanda el ideal democrático en Cuba, una de las justificaciones de la actual administración y la de Obama para autorizarlos.
“Durante décadas millones de turistas han ido a Cuba y no hemos visto que esto traiga efectos positivos para el cambio democrático”, declaró.
En cambio, Menéndez aprobó que se mantenga la “lista negra” donde se incluyen a figuras cimeras del régimen y empresas controladas por militares como medio de presionar a los Castro y reducir los ingresos de la cúpula dirigente cubana.
También aprobó como positiva la regularización de los servicios consulares y el restablecimiento del sistema de visados. “Es importante para que las familias cubanas se reúnan, luego de tantos años”.
Interrogado por el periodista Mario J. Pentón sobre si había sido consultado antes de este giro, Menéndez dijo que el presidente conoce sus posturas y también el Consejo de Seguridad Nacional, pero se mostró asombrado por este cambio. “No sé a qué se debe este realineamiento”, declaró.
El influyente político recalcó que, a su juicio, cualquier política hacia Cuba, Venezuela o Nicaragua debe evitar hacer concesiones sin que antes haya muestras claras de cambios pro-democracia.
Las medidas, anunciadas el 16 de mayo, incluyen, entre otras, el aumento del límite permitido de remesas, el restablecimiento de vuelos chárter y regulares a provincias de la isla y el aumento del procesamiento de visas en la Embajada de Estados Unidos en La Habana.
Con el paquete de cambios en la política hacia Cuba prometidos durante su campaña, Joe Biden revierte varias de las medidas tomadas por el expresidente Donald Trump.
Se esperaba que el Partido Republicano mostrara su desacuerdo con estas medidas. Los representantes por la Florida Marco Rubio (Senado) y María Elvira Salazar (Cámara de Representantes) las catalogaron de “error histórico”.
El congresista Mario Díaz-Balart (republicano) dijo estar “indignado” porque el actual gobierno de los Estados Unidos “haya decidido debilitar las sanciones y apoyar a la brutal dictadura cubana”.
