Madre cubana esperó 15 días por una ambulancia para su hijo

Con su hijo recién operado y con ambas piernas enyesadas, Martha González necesitaba una ambulancia para regresar a Villa Clara desde el Hospital William Soler, en La Habana.
Foto: M. González/Facebook
 

Reproduce este artículo

Martha González denunció este fin de semana en redes sociales haber pasado más de 12 días esperando una ambulancia para concretar el retorno a casa de su hijo recién operado.

Explica que con su niño operado y con ambas piernas enyesadas, necesitaba una ambulancia para regresar a Villa Clara, donde reside, desde el Hospital Pediátrico William Soler, en La Habana, pero el vehículo no apareció durante casi dos semanas de espera.

“Resulta triste y doloroso cuando uno tiene que exponerse a las realidades que se viven a diario. Mi niño, de 8 años, fue operado hace 15 días de pie equino bilateral en el Hospital William Soler. No tengo ninguna queja del equipo médico que lo operó, ni de todo el personal que le ha dado seguimiento en el hospital, pero ya hoy mi niño está de alta desde hace 12 días y aún sigo con él ingresado, ¿por qué?”, reclamó.

Para Martha, la situación llegó a ser insostenible: “Te dicen que no hay un colapso en el sistema de salud, uno puede aguantar 2 o 3 días, pero 12 días, cuando no tengo familiar aquí en La Habana, estoy ya sin abastecimiento (porque uno se prepara para una cierta cantidad de tiempo)”.

El sábado 30 de agosto, después de casi dos semanas de espera y de hacer público su caso, la madre cubana agradeció la preocupación de todos tras su denuncia en redes sociales, y dijo que el problema de su traslado se resolvió por una persona en particular.

“Muchas Gracias a todos por preocuparse por mi situación y la de mi niño ya se resolvió un carro para mi traslado. Gracias a Idania Pérez esto fue posible, les agradezco de corazón”, escribió la madre cubana.

 

Muere una niña cubana por falta de ambulancia

 

En marzo de este año, una madre cubana denunció este 31 de marzo en redes sociales que su hija murió después de  convulsionar por tres horas sin que apareciera una ambulancia en Santiago de Cuba, al oriente de la isla.

“Se llamaron cientos de números y todos dieron timbres sin responder y otros fueron colgados (…). Mi esposo desesperado tocó las puertas del Partido buscando un rayo de esperanza y le respondieron que no podían ayudarlo”, declaró Layra Rodríguez en Facebook.

La residente en Santiago de Cuba contó que “con gritos y como loca” se dirigió a la gobernadora del municipio. “Dije que mi niña no merecía morir así, que ese día la había llevado con la psicóloga porque había hecho rechazo total a la escuela porque la maestra le metía”.

“Le expliqué lo de las llamadas para una ambulancia y que tocamos su puerta, la del Partido y que la respuesta era que no podían ayudarnos. Le pedí que me diera solución a estas cosas y su respuesta mirándome a los ojos fue que mi hija no iba a volver”.

 

Relacionados