"Éramos esclavos": primera doctora cubana que denunció las misiones en Brasil

Su familia, denuncia, fue sometida a persecución en la isla. Su hija, doctora igual que ella, tuvo que dejar la profesión y cambiarse al sector privado para subsistir
 

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La doctora cubana Ramona Matos Rodríguez, especialista en Medicina General Integral (MGI) contó para ADN Cuba el calvario que tuvo que vivir en dos 'misiones internacionalistas' en Bolivia y Brasil, hasta que levantó su voz contra el programa y ya no hubo marcha atrás.

Nacida en Santiago de Cuba, Ramona explica que decidió ingresar a este llamado del régimen porque creía que tenían carácter humanitario, y también por el tema económico.

"Por mucho que uno trabajara en Cuba uno no podía tener los medios básicos que se necesitan para vivir. Carecíamos de ropa zapatos, sin transporte para ir al trabajo, entonces jugó un papel importante en mi decisión la parte de la economía", añade. 

Sin embargo, las concepciones se le fueron derrumbando al llegar a Bolivia en 2008.

"En las misiones nos adoctrinan". Ramona, por órdenes de sus superiores, tenía que inducir a sus pacientes a que votaran por el entonces presidente, Evo Morales, pues si no perderían toda la ayuda.

En esa misión que se extendió hasta 2011 le pagaban 300 dólares mensuales.

"Había personal en la brigada médica que no eran doctores. Cada vez que uno salía ellos siempre estaban atentos; no se podía tener amistades con los extranjeros. Llegaban en la madrugada para ver si todos estábamos acostados. Éramos esclavos", señaló. 

 

 

También relata que a su llegada a Bolivia, una funcionaria cubana les quitó a los galenos sus pasaportes, y estuvieron indocumentados durante tres años.

En 2011, Matos Rodríguez regresa a la isla, donde estaría dos años, para volverse a enrolar, en 2013, en la misión Mais Médicos, de Brasil. Allí le pagaban 400 dólares mensuales, y les depositaban otros 600 dólares en una cuenta en Cuba, que estaría congelada hasta su regreso.

"A los tres meses me fugué y me fui para la Embajada americana. A los dos días me llaman de la misión para decirme que me estaban buscando. La policía y la misión me buscaba para deportarme", recuerda.

Asustada, Ramona llamó a un colega que vivía en Brasil y la puso en contacto con un senador de ese país, que le brindó protección en el Congreso.

"Me quitaron mi permiso para ser médico pero me dieron trabajo. Al mes y pico llegó la visa de EE.UU y viajé para acá".

Su familia, denuncia, fue sometida a persecución en la isla. Su hija, doctora igual que ella, tuvo que dejar la profesión y cambiarse al sector privado para subsistir.

Cuenta que fue doloroso, ya que a las semanas de llegar a Estados Unidos, su hija la llamó para decirle que "le había desgraciado la vida".

No se arrepiente de su decisión. "Si yo no digo esto no voy a poder vivir. Después de hacer la denuncia en Brasil muchos se han unido", señala con esperanzas.

Ramona Matos Rodríguez fue la primera médico cubana que alzó su voz en el Congreso de Brasil para denunciar las violaciones de derechos humanos que perpetraba el régimen de la isla contra sus galenos.

Además, forma parte junto a tres colegas, de la demanda que se interpuso a la Organización Panamericana de la Salud (OMS).

 

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