Varios opositores cubanos coincidieron este 9 de noviembre en que la contienda electoral está lejos de terminar en Estados Unidos mientras el presidente Donald Trump mantenga su propósito de impugnar el conteo ante la Corte Suprema y haya denuncia de irregularidades.
Cubanet entrevistó a tres figuras destacadas de la oposición para que se pronunciaran sobre este tema: Martha Beatriz Roque, Antonio Rodiles, Manuel Cuesta Morúa y Eliecer Ávila.
Para Roque, economista de profesión, la victoria de Biden podría beneficiar al régimen cubano, que ya empezó a manifestarse sobre las elecciones. “Fueron cautelosos los primeros dos días, pero ya no, este domingo en la noche en el noticiero comenzaron a hablar sobre las posibilidades de restablecimiento de las relaciones, bajo el concepto del respeto a la diferencia que hay entre los dos sistemas”.
Pese a eso, asegura, “los medios no son los que definen al presidente de Estados Unidos, hay que esperar, tenemos en la historia el caso de Bush, y creo que hay que dar tiempo a que esto evolucione”. A juicio de Roque, “el cubano es el que tiene que despertar y resolver la situación tan difícil que tenemos, y pienso que en algún momento esto sucederá, no importa que sea Biden, o Trump, quien esté en la Casa Blanca”.
Antonio Rodiles, director de Estado de Sats asegura que a pesar de las noticias aún “no hay presidente electo, hay un proceso en curso en este momento y hoy comienza la introducción de todas las pruebas. Lo han explicado muy bien y extensamente abogados experimentados en estos casos, me parece que es pasarle por encima a la soberanía del pueblo norteamericano felicitar a un presidente electo cuando no existe presidente electo”.
“La campaña del presidente Trump ha manifestado que va a hacer una reclamación, y por supuesto eso va a las cortes estatales, y en el debido caso a la Corte Suprema. Yo creo que es muy importante que se respete la soberanía del pueblo norteamericano, y me parece lamentable que actores políticos, e incluso presidentes de otras naciones, salgan a felicitar a alguien que todavía las instituciones norteamericanas, no un medio de prensa, no han declarado presidente”, agregó.
Para Cuesta Morúa, de Corriente Socialista Democrática Cubana, es claro que la llegada a la presidencia estadounidense de Biden significa para Cuba un retorno a las políticas del exmandatario (2009-2017), cuya tendencia fundamental era eliminar “la idea de que Cuba y Estados Unidos son enemigos históricos por naturaleza, que fue la ganancia fundamental de la política de Obama”.
Sin embargo, Cuesta Morúa piensa que “es fundamental darle un mayor equilibro a esa política y relación entre ambos países, la mentalidad y la lógica de plaza sitiada no ayuda a la democratización de Cuba y no ha ayudado a la democracia de Cuba. Cada cuatro años, y casi durante 50, todos los gobiernos de Estados Unidos han prometido llegar a La Habana a saludar y celebrar la democracia y la libertad, y eso no ha sucedido”.
“Creo que la línea dura con el régimen cubano no es una línea que democratice a la sociedad cubana. Al contrario, alimenta la enemistad histórica entre ambos gobiernos, que no entre ambos países, y no ayuda a la democratización”, añadió.
Al respecto, Cuesta Morúa dijo que el gobierno cubano no ha dado muestras de querer negociar, y EEUU no debe dar demasiadas concesiones a un gobierno que no está dispuesto a negociar.
“Ahora mismo Granma acaba de publicar un artículo en el que asegura que no puede haber conciliación entre imperio y revolución, dos conceptos que nada tienen que ver con la realidad, porque la revolución cubana ni existe, ni EEUU es un imperio. Eso es historia, y lo que demuestra es que La Habana no está muy dispuesta a tener un diálogo franco y claro con Washington”.
“Pero creo que el mensaje del gobierno de Estados Unidos debe ser precisamente ese: queremos dialogar, estamos dispuestos a negociar, pero estamos decididos a apoyar la democracia en Cuba y los derechos humanos de los cubanos. Por ahí debería ir el reajuste si de presidente electo Biden pasa a ser el presidente efectivo”, sentenció.
Así mismo, si bien hay que esperar a que se resuelvan las demandas legales que están en proceso, el líder de Somos +, Eliécer Ávila, aseguró que en caso de que Joe Biden sea confirmado como presidente “no vamos a ver cambios muy profundos con respecto a las políticas de presión y restricción que ha adoptado Donald Trump hacia el régimen cubano”.
“No vamos a ver por ningún motivo el regreso a las políticas que implementó Obama de abrir todo, eso fue un test y dio como resultado que el régimen se cierra aún más, encarcela más, reprime más. Los números negativos aumentaron durante esa etapa, y ningún negocio o compañía logró realmente establecerse, ese fue el resultado de la prueba que hizo Obama”.
Para Ávila no importa el presidente de Estados Unidos, ya sea más moderado o más agresivo, “con Biden o no, lo cierto es que la política en Cuba va a seguir dependiendo de que despierte el pueblo y se dé cuenta de que el futuro está en sus manos, no en un presidente extranjero”.
Con los 20 votos electorales de Pensilvania y los seis de Nevada, también convocada en favor del demócrata, pero aún a falta de confirmaciones o declaraciones oficiales de las autoridades electorales, Biden suma 290 votos electorales, 76 más que Trump y 20 más de los que necesita como mínimo para hacerse con la Casa Blanca durante los próximos cuatro años.
De confirmarse la elección de Biden, muchos cubanos esperan un cambio en la Isla, que se ha visto las caras con una de las peores crisis económicas desde el histórico período especial, agravada en los últimos años por la política de la actual administración estadounidense contra la dictadura de La Habana, y con la pandemia del coronavirus como un “tiro de gracia”.