Un diputado de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, Manuel Oceguera Sierra, tiene una empresa de importación de animales exóticos registrada en Panamá, de la cual funge como director.
Se trata de Animales Exóticos S. A., cuya fecha de creación data del 9 de febrero de 2010, según The Open Database Of The Corporate World. Hasta 2013, tenía a su nombre otra empresa, Animales y Mascotas S. A., pero fue disuelta.
En marzo de 2020, antes de la pandemia, importaron a Panamá desde Cuba 15 bultos de aves ornamentales vivas con un peso de 120 kg.
Oceguera Sierra es vicepresidente de la Asociación Ornitológica de Cuba. Entre 1999 y 2004, trabajó por Cubatécnica en Panamá, al mismo tiempo que alternaba su responsabilidad como vicepresidente de dicha asociación.
La página Ecured, la Wikipedia del castrismo, asegura que es "técnico medio en electrónica". ¿Cómo llegó a ser vicepresidente de una asociación ornitológica un hombre con esa profesión? Tampoco queda claro por qué y cómo trabajó en Panamá mediante la empresa Cubatécnica, que se dedica a exportar servicios profesionales a otros países.
Desde 2016, ha visitado varias veces el país centroamericano, presuntamente por compromisos asociados con la gestión de la empresa. En lo que va de 2021, fuentes oficiales de Panamá registran cuatro visitas.
Es común que personas de bajo rango, pero que gozan de plena confianza ante las autoridades cubanas, tomen a su cargo la creación de empresas en países con grandes facilidades financieras y comerciales, a través de las cuales pueden burlar las sanciones del embargo impuesto por EE. UU. a la isla.
ADN Cuba reportó recientemente el caso de Guillermo Rodríguez López-Callejas, hermano del general Luis Alberto López-Callejas, jefe del conglomerado empresarial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, quien dirige varias empresas en Liechtenstein y Luxemburgo.
Burlando las sanciones de EE. UU.
El caso de Oceguera y “su” empresa Animales Exóticos llama aún más la atención porque una parte de los 86 cargamentos que recibió desde marzo de 2020 en Panamá, fue a parar a EE. UU. ¿Sólo una parte sigue rumbo a otros países?
Si así fuera, estaría violando las sanciones impuestas por Washington. ADN Cuba investiga en estos momentos cómo funciona exactamente dicha tapadera comercial.
En cualquier caso, fuentes navieras consultadas por nuestra redacción aseguraron que una práctica común de los testaferros cubanos es sobornar a las autoridades aduaneras de los países donde residen sus empresas para cambiar la clasificación de las cargas.
Una carga que va con destino a otros países y queda momentáneamente en un almacén, pongamos por caso, de Panamá, debería contar con el rótulo de “tránsito”. De esta manera, el cargamento tiene siempre la “marca” de origen en Cuba.
Al cambiar la clasificación, puede ser reembarcada como “mercancía panameña” y quedar fuera de las sanciones estadounidenses.
Un negocio donde el Estado siempre gana
A pesar de los reclamos de organizaciones de la sociedad civil, incluso algunas del propio Estado, el negocio de aves exóticas floreció en Cuba con la creación de cooperativas empeñadas en él, sin embargo, la exportación queda enteramente en manos del gobierno.
Según CubaNet, la Cooperativa Ornitológica de Cuba Importadora y Exportadora (COCIE) es un instrumento estatal cuya función primordial es servir como intermediaria entre el gobierno cubano y las 16 Cooperativas No Agrícolas (CNA) Ornitológicas, fundadas en cada provincia del país.
COCIE es la única entidad con capacidad legal para exportar aves, lo que obliga a sus pares provinciales a venderle los pájaros que crían y aceptar sin reparo los precios que establezca.
Entre las especies más cotizadas fuera del país se encuentran los periquitos australianos, periquitos ingleses, agaponis, nifas o cacatillos, siendo México el mayor mercado.
Se trata de un negocio sumamente lucrativo, a pesar de ser a pequeña escala. En 2003 la Cooperativa No Agropecuaria de Ornitología de Artemisa, la mayor del país, logró ventas en el extranjero por un valor de 700 000 dólares. En el 2004 exportó hacia México, Corea del Norte, Guatemala, Canadá, Venezuela, Honduras y Panamá, entre otros países, unos 1 300 pájaros.
Sin embargo, durante el 2004 la CNA Ornitológica de Artemisa sólo recibió 78 mil dólares de los 700 000 recaudados a partir de las ventas de las aves, lo que significa algo más del 10%, agregó el citado medio.