El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, envió este 1° de junio sus condolencias a las familias de los adolescentes cubanos muertos tras la crecida de un río en Holguín.
“Tres vidas adolescentes se han perdido con la fuerte crecida del río Guaro, sitio entrañable de la geografía rural holguinera que conocemos bien. Mis condolencias a sus seres queridos. Seguimos de cerca evolución de los lesionados”, aseguró el gobernante.
Los tres adolescentes de entre 16 y 18 años murieron ahogados el domingo mientras se encontraban pasando un puente que fue golpeado por un golpe de agua, producto de la crecida del río.
Se trata de Daniela Lizet Chacón Ricardo, de 16 años, Sheila Silva Sánchez, de 18 y Alejandro Masó González, también de 18 años.
Además de los tres fallecidos se atienden otras personas, y se trasladó a una paciente a un hospital holguinero por requerir tratamiento especializado para extraer líquido de sus pulmones.
También Doris Preston Ferrán, de 22 años de edad, es atendida por trauma abdominal. Igualmente están bajo vigilancia sanitaria en el hospital de Mayarí, por politrauma, Sheila Rojas Céspedes y Sheila Quiala Sánchez, esta última es la trasladada a Holguín.
En el suceso estuvieron involucradas 17 personas, según medios locales. Se presentaron en el lugar del siniestro autoridades del Partido Comunista, del gobierno local y del Ministerio del Interior (MININT).
El velorio de las víctimas se realizó el 31 de mayo en horas de la mañana, solo con los familiares y compañeros de aula, e inmediatamente después el sepelio.
Una tormenta local severa se registró durante la tarde del sábado en la ciudad de Holguín, donde influyeron diversos factores, entre ellos condiciones favorables en la atmósfera superior, fuertes vientos del suroeste, las radiaciones diurnas y la inestabilidad aportada por una hondonada, la cual genera bajas presiones.
Las lluvias de los últimos días, ocurridas principalmente en las provincias desde Matanzas hasta Holguín, son productos de las condiciones del tiempo inestables sobre Cuba, que unidas al calentamiento del día y al alto contenido de humedad favorecen la ocurrencia de chubascos y tormentas eléctricas.