El presidente cubano Miguel Díaz-Canel aseguró este 15 de junio que los cortes de electricidad “se van a mantener en los próximos días” durante una reunión con los gobernadores del país.
“Podemos asegurar a nuestro pueblo que lo que más hoy nos provoca toda esta situación es el recrudecimiento del bloqueo, que sigue permanente, sigue intocable. Esas afectaciones no son ocasionadas por negligencia, ni por despreocupación, ni porque exista la intención de molestar o de no atender cada problema”, dijo Díaz-Canel.
En este sentido, expresó que “es importante la precisión con que nosotros informemos la programación de esos apagones”. Además, pidió reaccionar rápidamente ante “cualquier situación imprevista que se dé, para que las personas tengan capacidad de maniobrar y de reordenar sus vidas”.
Durante las últimas jornadas la estatal Unión Eléctrica (UNE), monopolio de la generación y distribución de la electricidad en el país, ha advertido que la demanda de energía excede las capacidades de oferta del sistema en las actuales condiciones.
Largos y constantes apagones agobian a los residentes de las provincias del interior del país — y en menor medida en La Habana— que protestan diariamente por cortes del servicio de hasta 10 horas seguidas.
Si bien el gobierno culpa al embargo de EE. UU. por los cortes del fluido eléctrico, medios de prensa internacionales señalaron a la escasez de combustible y la antigüedad de las termoeléctricas como las causas verdaderas.
A finales de mayo, el gobernante cubano reconoció por primera vez lo que se sospechaba desde hacía meses sobre el déficit de combustible como una de las principales causas de los abrumadores apagones de las últimas semanas.
En una reunión del Consejo de Ministros, Díaz-Canel admitió que “hay dos causas fundamentales: una está relacionada con roturas y necesarios mantenimientos que se han tenido que dar a las termoeléctricas, y otra al déficit de combustible”.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha proporcionado a Cuba más de 32 000 barriles de crudo por día desde 2019, incluso desafiando las sanciones de Estados Unidos a ambos países. Pero los volúmenes de combustible han caído debido a que Caracas ha tenido problemas para producir productos refinados para cubrir sus propias necesidades.
Cuba se ha visto en apuros este año para solucionar un déficit de diésel para vehículos y generación eléctrica ante el despacho de combustible desde Venezuela por debajo de los niveles históricos. Los altos precios en el mercado global han hecho que sea muy difícil comprar a otros proveedores.