Evidentemente la reapertura del Mercado de Cuatro Caminos no parecen haber comenzado del todo bien. A las imágenes que desde hace unas horas circulan por la red social de Internet, muestran el abarrotamiento de personal en las afueras del mercado durante la inauguración del mismo. A raíz de los sucesos ocurridos, la Corporación Cimex SA anunció ayer por la tarde el cierre del mercado habanero, a solo unas horas de reabrir tras cuatro largos años de arreglos.
Quizás es cuestión de coincidencia, pero esto tuvo lugar precisamente luego de que llegara la noticia de que el famoso Elegguá Gigante que fue encontrado hace unos años en el lugar mientras se acometían obras de restauración, se rompió, mientras lo movían desde el sótano.
Las imágenes y videos compartidas en Facebook muestran el momento en el que el venerado objeto era movido con la ayuda de un montacargas. Una de las correas que lo sostenía se rompe y el pesado objeto cae al suelo; su cabeza se desprende, y termina haciéndose añicos en el suelo. Se dice que el Elegguá gigante de Cuatro Caminos marcaba la posición del enterramiento de una roca de adoración de los santeros de La Habana.
Esta estatua se encontró en el año 1994, durante una de las reparaciones del Mercado. “La leyenda” asegura que este pertenecía a los esclavos africanos que trabajan en esa zona. La figura estaba enterrado junto a una columna, ubicada en la zona por donde se descargaba la mercancía.
Años después fue movido del lugar original. Se ubicó en el sótano, sitio donde muchas personas llegaban a rendirle culto. Muchos devotos aseguraban que sería dejado – por respeto – donde estaba. Algunos querían que fuese llevado a un lugar de acceso público, para ser venerado; y que todo el que le pidiese que le abriera los caminos, encontrara en el niño su bendición.
Aunque el Elegguá se representa siempre como un niño, en realidad es un Orisha mayor. Es el dueño de los caminos. La deidad que los abre y los cierra. Tiene, dicen, la llave del destino